20 de enero de 2014
Cuarentón, con sobrepeso, hipertensión, estrés, mucho trabajo, poco tiempo y un menisco roto. Así estaba yo cuando empecé a correr y años después he sido capaz de terminar una maratón.
¿Cómo empezar a correr?
Esta es la cuestión.
Las ideas que voy a escribir no están probadas científicamente, son empíricas, están basadas únicamente en mi propia experiencia, o sea, de recordar cómo empecé yo.
En revistas/Internet hay cientos de planes y métodos para empezar a correr, pero a mi me parecían demasiado estrictos y complejos, yo no seguí ninguno, sólo el instinto y especial atención a estos 5 puntos clave:
Motivación: Es importante tener un porqué. Yo creo que a nadie le gusta pasarse un rato todas las semanas viendo como se asfixia y le duelen las piernas, salvo que el beneficio que consiga sea mayor. En mi caso el motivo era la salud, recientemente había tenido un susto con la hipertensión. Tú tienes que encontrar tu propio motivo.
La motivación inicial es importante pero no definitiva, va cambiando según vamos descubriendo que estamos llegando mas allá de los teóricos límites que pensábamos que teníamos. Pasada una fase (mas o menos larga) de transición, los mayoría de los motivos por los que hemos empezado a correr (salud, perdida de peso, desconexión,..) se convierten en consecuencias de correr que van viniendo solas y ya no pensamos en ellos como motivos, empezamos a correr porque nos gusta y nos produce bienestar.
Perseverancia: Hay un dicho que dice “Quién quiere hacer algo encuentra un motivo; quien no quiera hacer nada, encuentra una excusa”, cada día vamos a encontrar tanto excusas como motivos para correr, es tu elección a qué agarrarte.
A mi me ayudó no ser demasiado ambicioso, mi objetivo era correr un día a la semana, fue suficiente, pensar en mas era irreal, pero un día a la semana sí o sí, una semana tras otra. Es difícil no encontrar veinte minutos en las 168 horas que tiene la semana y una vez a la semana son 56 veces al año.
Superación: También es importante ir “de a pocos”, es decir, ponerse objetivos asequibles y superables, no irreales. El primer día corre lo que aguantes, sean 5 min, 2 ó 10, no te preocupes,sea lo que sea es más que si te hubieras quedado en la cama, y ya estás un poco mas preparado para la próxima salida´Piensa además que esta es tu primera mejor marca.
A partir de ahí, proponte superar tu mejor marca cada semana. Si has hecho 7 min. seguidos de carrera, el próximo día intenta hacer 8; si has dado una vuelta al parque, añade ir hasta dos árboles mas allá; si vas por la calle, una manzana más. Por poco que sea, siempre proponte añadir algo.
Sentido común: Una vez me encontré delante de mí mientras corría a unas señoras de cierta edad que iban andado. De repente echaron a correr y no las alcanzaba, mire el reloj e iban a 5 y pico min/km. a los pocos metros pararon exhaustas. No se puede empezar a correr como si fueras el mismísimo Usain Bolt, no lo eres.
Mi recomendación es correr, pero lo más despacio posible, el objetivo debe ser conseguir aumentar la distancia y el tiempo que somos capaces de aguantar corriendo sin parar, no la velocidad, eso vendrá después.
Indumentaria: Hay que olvidarse de las excusas del tipo "no tengo zapatillas adecuadas", es evidente que con buen material se corre mas cómodo, pero yo empecé a correr con unas zapatillas deportivas normales y un chándal de ir a comprar el periódico, nada específico de running. Aplicando los cuatro principios anteriores, no tiene por qué haber ningún tipo de lesión peses lo que peses y pises como pises.
Cuando ya seas capaz de aguantar un buen rato (pases de la media hora larga), entonces si deberías comprarte unas zapatillas de running y mejor que esto, documentarte sobre cómo se debe pisar, pero eso a su tiempo.
Con estas sencillas nociones se puede empezar a correr y sembrar sobre una nueva afición que te aportará mucho bueno, a mi lo ha hecho. No creas que vas a poder correr una carrera popular en tres meses, tómate tu tiempo, el cuerpo lo necesita, se tiene que ir adaptando poco a poco, sin prisa pero sin pausa.
Esta es mi experiencia, al principio puede resultar mas duro, pero con este planteamiento yo iba viendo resultados cada semana, obtenía mi porción de satisfacción semanal que me daba ánimo para volver la semana siguiente. La motivación y las capacidades fueron creciendo poco a poco hasta alcanzar ese momento en el que empiezas a disfrutar del correr. No solo es el llegar a ser capaz de terminar una carrera, sino también experimentar la sensación de libertar que se siente al lanzarse por un nuevo camino a descubrir nuevos paisajes, rincones, con tan solo tus piernas.
Yo, sólo soy un hombre.
Revista Atletismo
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