Revista Diario
Estoy en varios grupos de ayuda a madres que quieren plantearse, o ya están en el proceso, de la maternidad en solitario. Son grupos de redes sociales que, como muchos otros tipos, los integrantes intercambian opiniones, piden ayuda, dan su opinión, sus experiencias y, en general, se crea un ambiente de solidaridad, de lugar donde acudir cuando el entorno no acaba de entender según qué decisiones, etc.
Pero últimamente me estoy dando cuenta que hay gente que esto de la armonía no lo lleva muy bien. He llegado a la conclusión que en estos grupos se mete gente o que hace algún tipo de estudio y se inventa un personaje o que, sencillamente, se aburre, quiere provocar, tocar las narices, molestar en sí.
Hace unos días entraba alguien, que entiendo que era una mujer si es que es real, que dijo que había llegado a la conclusión que una madre soltera daba más amor a su hijo que una con pareja. Así tal cual lo soltó. Evidentemente se formó una discusión. Este individuo venía a decir que el amor se mide, si tiene una hija todo el amor es para ella, pero si tiene pareja lo tiene que repartir Claro, claro Las personas medimos el amor, lo pesamos y los repartimos. Si tenemos un marido le damos un 50% a él y el resto a nuestro hijo. No nos dejamos nada para nosotros para qué querernos pero, y si tenemos un marido, un amante y cuatro hijos? A cuánto tocamos de amor? Madre mía
Pero a medida que la gente iba poniendo sus comentarios, ya se empezaban a entrever otras cosas un tufillo a odio a los hombres y a cierta envidia a las que tienen pareja Está claro que la que hemos optado por la maternidad en solitario es porque no hemos encontrado a la persona adecuada como padres de nuestros hijos, y que en un momento determinado tenemos que decidir cuál es nuestra prioridad, si el deseo de ser madre está por encima de todo. Eso no quita cerrarse puertas para siempre. Odiar a los hombres porque no hemos tenido buenas experiencias, o pensar que somos mejores madres que otras por llevarlo en solitario es un error enorme que además tiene el peligro de proyectar estos pensamientos, traumas, procesos no cerrados, hacia nuestros hij@s, lo que me parece tremendo. Cosa muy diferente es estar orgullosas de nuestra decisión, porque las madres solteras han sido durante mucho tiempo, demasiado, una lacra social, y hoy en día podemos decir, con la cabeza bien alta: quiero ser madre, las clínicas me dan esta opción y me veo totalmente capacitada; con mi vida y mi cuerpo, hago lo que me da la gana. Y a quien no le guste que no mire.
Y con este post empiezo el año 2015. Espero que venga cargado de cosas buenas, y que la gente, aparte de dejar de fumar e ir al gimnasio, se plantee ser mejor persona. El otro día, alguien cercano me decía siempre mirando adelante, siempre adelante. Pues eso, dejemos el pasado atrás, los errores atrás. Aprendamos de todo ello, pero siempre adelante y positivamente.
Pero últimamente me estoy dando cuenta que hay gente que esto de la armonía no lo lleva muy bien. He llegado a la conclusión que en estos grupos se mete gente o que hace algún tipo de estudio y se inventa un personaje o que, sencillamente, se aburre, quiere provocar, tocar las narices, molestar en sí.
Hace unos días entraba alguien, que entiendo que era una mujer si es que es real, que dijo que había llegado a la conclusión que una madre soltera daba más amor a su hijo que una con pareja. Así tal cual lo soltó. Evidentemente se formó una discusión. Este individuo venía a decir que el amor se mide, si tiene una hija todo el amor es para ella, pero si tiene pareja lo tiene que repartir Claro, claro Las personas medimos el amor, lo pesamos y los repartimos. Si tenemos un marido le damos un 50% a él y el resto a nuestro hijo. No nos dejamos nada para nosotros para qué querernos pero, y si tenemos un marido, un amante y cuatro hijos? A cuánto tocamos de amor? Madre mía
Pero a medida que la gente iba poniendo sus comentarios, ya se empezaban a entrever otras cosas un tufillo a odio a los hombres y a cierta envidia a las que tienen pareja Está claro que la que hemos optado por la maternidad en solitario es porque no hemos encontrado a la persona adecuada como padres de nuestros hijos, y que en un momento determinado tenemos que decidir cuál es nuestra prioridad, si el deseo de ser madre está por encima de todo. Eso no quita cerrarse puertas para siempre. Odiar a los hombres porque no hemos tenido buenas experiencias, o pensar que somos mejores madres que otras por llevarlo en solitario es un error enorme que además tiene el peligro de proyectar estos pensamientos, traumas, procesos no cerrados, hacia nuestros hij@s, lo que me parece tremendo. Cosa muy diferente es estar orgullosas de nuestra decisión, porque las madres solteras han sido durante mucho tiempo, demasiado, una lacra social, y hoy en día podemos decir, con la cabeza bien alta: quiero ser madre, las clínicas me dan esta opción y me veo totalmente capacitada; con mi vida y mi cuerpo, hago lo que me da la gana. Y a quien no le guste que no mire.
Y con este post empiezo el año 2015. Espero que venga cargado de cosas buenas, y que la gente, aparte de dejar de fumar e ir al gimnasio, se plantee ser mejor persona. El otro día, alguien cercano me decía siempre mirando adelante, siempre adelante. Pues eso, dejemos el pasado atrás, los errores atrás. Aprendamos de todo ello, pero siempre adelante y positivamente.