Hoy es uno de esos días de mierda en que hubiera sido mejor no levantarse. Mi estado anímico no es todo lo bueno que debería ser. Tal vez una extraña alineación de los astros ha hecho que el día de hoy estuviera predeterminado como uno de esos días aciagos en la vida de este pobre mortal.
Si hoy era un día muy especial, por un muy triste recuerdo de algo que marcó mi vida hace seis años, se ha sumado que los calores del verano parecen no sentarle del todo bien a algunas de las personas con las que he tenido que tratar, y el ver con decepción como un proyecto al que con ilusión le había dedicado bastante tiempo, especialmente durante estos últimos días, no ha tenido los resultados esperados.
Los que me conocéis, o perdéis algunos minutos de vuestro valioso tiempo en leer mis escritos y divagaciones, sabéis de mi militancia política. Algunos sabréis que tras ver como algunas personas han destrozado y vendido la delegación (Círculo) del partido en el municipio donde vivo decidí abandonarlo y denunciarlo. También sabréis que junto a algunos compañeros y amigos decidimos desarrollar un proyecto con vistas a nuestras elecciones orgánicas. Unas elecciones de las cuales hoy hemos tenido conocimiento de sus resultados, y estos no han sido para nada los esperados.
Muchos que no me conocen excesivamente bien o no soy santo de su devoción pensarán que mi resquemor es fruto de mi ego o haberme creído más de lo que soy, pero aunque ego seguramente tengo tanto como el que más, los tiros no van por ahí. Lo que realmente me ha cabreado es que un partido donde la gente presume de ser activista y se les llena la boca hablando de castas, han acabado idolatrando a nuestra propia casta y cerrando las puertas a un activista como la copa de un pino y mejor persona, mi amigo Rafael García.
No le veo ningún sentido que Podemos y sus gentes día sí y día también se acaben acercando a una concepción de partido cada vez más parecida a la del resto de partidos. ¿Dónde quedaron ciertos valores y la nueva política? ¿Cómo puede ser que la gente acabe idolatrando y votando a compañeros y compañeras que ya tienen un cargo político, retribuido y que van camino de convertirse en nuestra propia casta? ¿Cómo puede ser que ni siquiera hayan tenido el sentido común de evitar el voto plancha a una lista y no hayan tenido el buen criterio de elegir a la gente por su valía y activismo?
Sinceramente estoy muy cansado de niñatos, politólogos y de todos aquellos que presumen de activismo, cuando su activismo se reduce a una mero activismo virtual o al acudir a una manifestación de uvas a peras. Estoy cansado de oír a todos aquellos que presumen de su presencia en el 15M y de ser los padres de no se cuantos movimientos sociales. Estoy cansado de quienes se han convertido en meros palmeros de ciertas élites podemitas. Estoy cansado de la cantidad de gente sin criterio alguno que seguramente como dice el dicho “presumen de aquello de lo que justamente carecen”. Estoy cansado de que se cierre la puerta a personas hechas y derechas, y a un verdadero activista con personalidad y criterio, como es mi amigo Rafa García, para crear una nueva cúpula compuesta mayoritariamente por jóvenes imberbes, y que encima algunos fueran presumiendo de ser una candidatura de jóvenes. ¿Dónde quedó el respeto y saber valorar la experiencia?
Bueno no me extiendo más. Simplemente decir que estoy de bajón, que esta es mi opinión y así la he querido compartir con vosotros y vosotras porque necesitaba expresarme y sacarlo al exterior.
Seguramente muchos no compartiréis lo aquí expuesto o no os gustará este escrito, pero lo cierto es que no escribo para gustar, escribo para dar mi opinión, denunciar lo que no me gusta y, no menos importante, como una terapia personal.
Un abrazo a la buena gente de Podem Catalunya, felicidades a los compañeros y compañeras ganadores y de hoy hasta septiembre tomaré la decisión si debo volver a este proyecto llamado Podemos o es mejor que siga mi camino en solitario.
Marco