Revista América Latina

Reflexiones: El problema no son las leyes.

Publicado el 01 febrero 2018 por Jmartoranoster

Antonia Muñóz

Uno de los grandes errores que estamos cometiendo en el país es creer que nuestros entuertos se enderezarán a punta de leyes; sin caer en cuenta que el problema no son las leyes sino los factores que contaminan la administración de justicia, comenzando por la manera como se seleccionan los hombres y mujeres que tienen la delicada tarea de administrar justicia. Quienes han de aplicar las leyes, deben ser mujeres y hombres temerosos de Dios, amantes de su prójimo sin sesgos ni preferencias, amantes de la verdad; sin pretender que sean perfectos porque los seres humanos nunca lo somos. Cualquier venezolano medianamente informado, a menos que sea un redomado hipócrita, sabe que en estas selecciones, con sus debidas excepciones, muchas veces los méritos de naturaleza ética, moral y espiritual, son desechados y priva el amiguismo y el clientelismo acompañados de “la debida” subordinación al funcionario que consiguió el cargo. Sin ninguna duda a este peligro se refería Simón Bolívar, cuando el 15 de febrero de 1819 en el Congreso de Angostura, se dirigió a los diputados con las siguientes palabras: “LOS CÓDIGOS, LOS SISTEMAS, LOS ESTATUTOS, POR SABIOS QUE SEAN SON LETRA MUERTA QUE POCO INFLUYEN SOBRE LAS SOCIEDADES: HOMBRES VIRTUOSOS, HOMBRES PATRIOTAS, HOMBRES ILUSTRADOS CONSTITUYEN LAS REPÚBLICAS. ¡¡Después de casi 200 años no hemos oído tu sabia advertencia Simón!! Compatriotas, el gran problema de las leyes venezolanas es que por lo general no se cumplen. Por las razones que sean, la mayoría de los delitos siempre terminan impunes. “El ilícito económico, la especulación, el acaparamiento, la usura, la cartelización y otros delitos conexos, serán penados severamente por la ley (Artículo 114 de la CRBV aprobada el 15 de diciembre de 1999). ¿A cuál ley se refiere la Constitución? Pues a la Ley Orgánica de Precios Justos (Aprobada el 23 de enero de 2014 y publicada en Gaceta oficial N° 40.340 y modificada el 12 noviembre del 2015, según Gaceta Oficial. N° 40.787). Tanto la CRBV como la LOPJ son violadas flagrantemente una y otra vez por muchísimos comerciantes y bachaqueros a plenas luz del día y a la vista de todas las autoridades. Igual pasó con la Ley de Precios Acordados. Similar suerte puede correr la Ley Constitucional de los Consejos Productivos de Trabajadores, aprobada ayer martes 30 de enero de 2018 por la plenipotenciaria Asamblea Nacional Constituyente. Esta última ley, entre otras cosas, plantea que los Consejos de Trabajadores Se encarguen de controlar la producción y distribución de alimentos. Creemos en la capacidad del pueblo organizado, consciente y en movimiento (en acción). Sin embargo nos preguntamos ¿Hemos facilitado la organización y formación política y técnica de los trabajadores? ¿Lo dejaremos actuar en el marco de las leyes y sin excesos? ¿Lo frenaremos y descalificaremos cuando “pisen el callo” de un amigo de fulano o perenceja de tal? ¡El tiempo lo dirá! Nuestro amado Presidente Hugo Chávez estaba claro en cuanto a que los problemas de Venezuela como sociedad tenían raíces culturales con gran acento en lo ético, moral y espiritual. Cuando el 20 de octubre de 2012, en aquel televisado Consejo de Ministros, reconoció la necesidad de un “Golpe de timón”, se refería no sólo a la necesidad de poner énfasis en lo económico (Eficiencia o nada!!) y promover y facilitar la organización del Poder Popular ( Comuna o nada. Nicolás te encargo las comunas como te encargaría mi propia vida!), sino que también se refirió a lo político- cultual ( Lo primero que debemos tener presente es que ésta es una democracia; por lo tanto, debemos convencer no imponer). Esto parece muy claro cuando en su Plan de la Patria entregado al CNE al momento de su inscripción para la relección del período 2013- 2019, en el Objetivo Histórico número II considera que para ” CONTINUAR CONSTRUYENDO EL SOCIALISMO BOLIVARIANO DEL SIGLO XXI…” (Objetivo Histórico II ), necesariamente se debía ” CONVOCAR Y PROMOVER UNA ORIENTACIÓN ÉTICA, MORAL Y ESPIRITUAL DE LA SOCIEDAD, BASADA EN LOS VALORES LIBERADORES DEL SOCIALISMO”. (Objetivo Nacional 2.4) Señores, aunque obstinadamente nos negamos a reconocerlo, el problema de Venezuela tiene profunda raíces éticas, morales y espirituales, donde la corrupción y el clientelismo se llevan las palmas. Hay una crisis de valores en todas las instancias de la vida nacional y el asunto se mueve de arriba hacia abajo. En el ámbito de “la reina de las virtudes”, como nuestro Libertador bautizó a la Justicia, el Presidente Chávez es bien preciso y en el Objetivo Estratégico 2.4.3, él señala lo siguiente: “FORTALECER EL SISTEMA DE ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA, COMBATIR LA IMPUNIDAD, REFORMAR EL SISTEMA PENITENCIARIO Y PROMOVER LA JUSTICIA DE PAZ COMUNAL. Alguien pudiera decir que se han hecho grandes esfuerzos. Es posible, sólo que los resultados no son muy halagüeños. Por lo tanto, debemos disponernos a dejar la sordera y considerar analizar las observaciones y recomendaciones de otros sectores sin descalificarlos y mucho menos criminalizarlos. ¡CHÁVEZ VIVE. LA LUCHA POR LA PATRIA HONESTA, SOBERANA Y JUSTA CONTINÚA¡¡   @lanegraantonia Antonia Muñóz Anuncios &b; &b;

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