Reflexiones - Otro año que se va...

Ocho meses han pasado ya, desde que empezó este año. Hace unos años podía decir que los días se me hacían eternos, los momentos aburridos eran interminables, solo quería crecer para tener una vida de persona mayor. La vida en el futuro siempre parecía mejor. Creo que si pudiera darle consejos a mi yo del pasado, muchas cosas habrían cambiado. Creo que nunca olvidaré esa sensación de aburrimiento que tenía todos los días a menos que hubiera un plan especial, y hoy en día me he acostumbrado a una rutina. Disfruto mucho de esos momentos especiales, pero no infravaloro esos pequeños momentos que vivo cada día.
Ya tengo 27 años, no se ni que pensar de eso. ¡27 años ya! Seguro que cuando tenía 20 me imaginaba llegar a esta edad de otra manera. La vida ha querido que rehiciera mis planes una y otra vez y aquí estoy, llena de sueños y con muchos proyectos en la cabeza.
Cada año, el día de mi cumpleaños me siento donde sea que esté y pienso en lo que he vivido durante el año vivido, que cosas he cumplido y que cosas nuevas quiero cumplir durante el año que empieza. Estas metas las pongo a la vista, en un sitio donde puedo verlas una y otra vez durante el año. Y aunque tengo que admitir que apenas he cumplido alguna de ellas, lo cierto es que mis metas han ido cambiando. Hay cosas que si me gustaría conseguir en algún momento, pero realmente no son tan importantes o no son necesarias para conseguir mis grandes objetivos.
Este año ha sido de reflexión. He aprendido algunas cosas que creo que me han convertido en una persona diferente y he pensando en compartirlas contigo. Después de todo, este es mi tipo de posts favoritos para leer. Esos que te ayudan a reflexionar sobre tu propia vida y si es posible te ayudan a cambiar y mejorar alguna que otra cosa.
1. Esto lo habrás leído montones de veces en mi blog, pero es muy cierto que he aprendido a valorar los pequeños momentos. Algo tan simple como ver una película con tu familia, tomar un café con alguien o salir a pasear en un día bonito, son ese tipo de cosas a las que normalmente no les damos importancia. No necesitas hacer planes especiales todos los días para sentirte feliz.
2. He aprendido a valorar lo que hago. Siempre he sido una persona muy insegura, pero cada nuevo reto me ha ayudado a ver lo que hago desde otra perspectiva. Nunca olvidaré una crítica horrible que hizo un profesor sobre mi trabajo una vez, lo curioso es que fue el único, pero es el que más recuerdo. Las palabras y acciones de los demás pueden tener un gran efecto en las personas, pero nosotros tenemos que ser lo suficientemente fuertes para aceptar lo que nos puede ayudar, y rechazar todo lo demás. Como "blogger" y "youtuber" (no se si considerarme así ya que tengo un blog y un canal tan pequeños :P), se lo que es recibir alguna crítica, pero he aprendido a respirar hondo y aceptar que no a todos les gustará lo que hago. Solo aprender que hay un público, por así decirlo, para cada cosa. Lo mismo se aplica a todas las áreas de nuestra vida, laboral, amorosa...
3. Es un error fatal compararse con los demás, seamos honestos, siempre habrá alguien mejor que tú. Este año he aprendido a compararme conmigo misma, dicho de otra manera, a superar a mi yo del pasado. Empecé un mini diario semanal, en el que voy apuntando ciertas cosas de mi vida diaria en las que quiero mejorar, en lugar de pensar porque esta persona hace tal cosa mejor que yo, o porque esta persona consigue estos resultados y yo no, lo que pienso es, que estoy haciendo mal y como resolverlo. En mi diario tomo notas de lo que he conseguido cada semana y detallo lo que creo que hice mal y lo que debería hacer la semana siguiente. Por ejemplo, la semana pasada empecé el gym, pero después de dos días me sentía muy cansada y no volví a ir el resto de la semana, está claro lo que va mal, ¿no? La semana siguiente iré solo 3 días, dejando un día de por medio para descansar. No puedo esperar que mi cuerpo de repente se acostumbre a hacer algo que no hacía en meses.
4. Tenemos tiempo para todo, el problema es que no lo sabemos organizar. Este es un tema que todavía no domino ni de lejos, pero lo he querido comentar porque ha sido mi lucha diaria desde que empecé el blog. Antes de empezarlo mi vida consistía en ir a trabajar, volver a casa, ducharme, cenar y ver series o películas. Una y otra vez. El blog me ha abierto las puertas a muchas posibilidades, no pensando en que podría monetizarlo, sino que me ha hecho ver el mundo online desde otro punto de vista. Tengo muchas cosas en mente, solo que necesito conseguir el tiempo para hacerlo. Como decía en el punto anterior, como hacen tantas chicas para conseguir grabar varios videos a la semana, publicar un nuevo post al día, vivir sus vidas, viajar, etc, etc... No se trata de eso, está claro que ellas han aprendido a organizar su tiempo. No he logrado organizar el mío de forma constante durante una semana siquiera, aunque si se que se puede, porque algunos días me levantado decidida y he terminado todas mis tareas. Esto sin duda lo tengo que apuntar en mi diario de progresos.
5. Lo importante de la vida no es el destino, sino el viaje. Con esta frase quiero cerrar todo lo mencionado. Es importante tener sueños, sin eso la vida sería aburrida y sin sentido, pero no vivas pensando que la felicidad llegará cuando consigas el objetivo, disfruta cada paso que des.
Creo que estas son las cosas más importantes que he aprendido este año, son pequeñas cosas que a veces ni nos damos cuenta de que están presentes, como no atreverte a mostrar un trabajo o querer abandonar todo por un comentario. Pero si son tus sueños, ¿cómo no vas a ser capaz de intentar conseguirlos?
Es hora de empezar un nuevo año, poner en práctica todo lo aprendido y por supuesto, aprender muchas cosas más. ¿Qué has aprendido en lo que va del 2015?


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