Revista Opinión

Reflexiones para después de una huelga

Publicado el 15 noviembre 2012 por Romanas

Reflexiones para después de una huelga Reflexiones para después de una huelga Reflexiones para después de una huelga  1ª) la imposibilidad de la democracia  2ª) el parasitismo del funcionariado  3ª) la necesidad de una prensa libre, o sea, independiente, pública, intocable, intangible, inamovible, como los jueces, para que no dependa de los cambios políticos  1ª) LA IMPOSIBILIDAD DE LA DEMOCRACIA  Dicen todos los Códigos civiles del mundo que no hay contrato sino cuando concurren los requisitos siguientes:  Consentimiento de los contratantes.  Objeto cierto que sea materia del contrato.  Causa de la obligación que se establezca.  El consentimiento se manifiesta por el concurso de la oferta y de la aceptación sobre la cosa y la causa que han de constituir el contrato.  Será nulo el consentimiento prestado por error, violencia, intimidación o dolo.  El error es la falta de concordancia entre lo que se piensa y la realidad. Hay violencia cuando para arrancar el consentimiento se emplea una fuerza irresistible.  Hay intimidación cuando se inspira a uno de los contratantes el temor racional y fundado de sufrir un mal inminente y grave en su persona o bienes, o en la persona o bienes de su cónyuge, descendientes u ascendientes.  La violencia o intimidación anularán la obligación, aunque se hayan empleado por un tercero que no intervenga en el contrato.  Hay dolo cuando, con palabras o maquinaciones insidiosas de parte de uno de los contratantes, es inducido el otro a celebrar un contrato que, sin ellas, no hubiera hecho.   Hechas estas consideraciones generales, comprendidas en todos los códigos civiles del mundo civilizado, no cabe la menor duda de que no es verdad que la democracia exista en España:  1º) porque el consentimiento mayoritario prestado se ha obtenido mediante los siguientes procedimientos:  A) el error de la inmensa mayoría de los votantes inducido por una prensa que no en balde se ha llamado canallesca, que pertenece en su integridad a las clases más poderosas económicamente y que no hace otra cosa que arrimar descaradamente el fuego del poder a su propia sardina;  B) la violencia ejercida por parte de los órganos sociales del poder, empresas, colegios, asilos, orfanatos y otras instituciones sociales de beneficencia que fuerzan a los que en ellos se adscriben a votar a favor de los que los gobiernan, diga lo que se diga respecto a toda esas leches de que el voto es secreto y personal: si yo cojo a todos mis empleados, alumnos, asilados y asimilados y los proveo de los sobres y papeletas de un determinado partido y los llevo de la mano a votar es imposible que éstos se resistan;   C) intimidación: aparte de esta manera de llevar a los subordinados a votar en fila de a uno, con el sobre y la papeleta en la mano y bajo la más estrecha vigilancia que genera una evidente violencia física, está la violencia moral mal llamada intimidación que consiste, por ejemplo, en controlar, después de la votación el número de votos no producidos a favor de la clase dominante, en aquellos núcleos cuyo número de electores es fácilmente controlable;  D) y, el dolo, el factor más importante, decisivo, en todas las elecciones que lleva a las urnas a la mayor parte de los votantes mediante eficacísimas campañas de prensa realizadas por los únicos medios de formación de la opinión que, lógicamente, son propiedad de aquellos que tienen los suficientes miles de millones para crear y mantener hoy una prensa escrita, radiofónica o televisiva.  Luego, las elecciones son una auténtica falsedad, en la que son muy pocos, poquísimos, los que se acercan a las urnas convenientemente informados de lo que en ellas se ventila, por lo que resulta absolutamente imposible que la democracia se produzca en una mundo como es el nuestro actual.  2ª) EL PARASITISMO DEL FUNCIONARIADO  El funcionariado se nutre de una clase parasitaria, la plutocracia, que es la única que tiene los medios suficientes para permitir a sus hijos una formación suficiente para contender con posibilidades de éxito en los concursos y oposiciones mediante los cuales se accede a los cuerpos de la Administración pública.  Es una clase rigurosamente corporativista y endogámica, constituida en España por alrededor de 4 millones de funcionarios procedentes casi exclusivamente de los votantes del PP y, en mucho menor medida, del Psoe. De modo que estos 2 partidos, derechistas y neoliberales tienen asegurado el voto a su favor de una parte importantísima del censo electoral.  Es por eso que el sindicato de funcionarios se ha negado terminantemente a secundar la huelga general porque nadie actúa contra sus propios intereses.  3ª) LA NECESIDAD DE UNA PRENSA LIBRE, O SEA, INDEPENDIENTE, PÚBLICA, INTOCABLE, INTANGIBLE, INAMOVIBLE, COMO LOS JUECES, PARA QUE NO DEPENDA DE LOS CAMBIOS POLÍTICOS  Este principio no es sino la lógica consecuencia de los 2 anteriores: si la prensa no está absolutamente institucionalizada como una corporación de derecho público, tan intangible e inamovible como sucede con la judicatura, el poder económico seguirá dominándola absolutamente y toda clase de elecciones que impliquen el acceso a cualquier clase de poder se hallarán en manos de la plutocracia y no habrá nada que hacer en lo que se refiere a constituirse auténticos gobiernos democráticos.  Ya sé, ya sé, que Churchill dijo aquello tan ingenioso de que la democracia es el menos malo de todos los sistemas de gobierno posibles, pero esto no es más que eso, una puñetera frase.


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