Revista En Femenino

Reflexiones sobre el Método Canguro

Por Amormaternal
Reflexiones sobre el Método Canguro
Hoy leí en el blog de Pilar, Maternidad Continuum, un artículo titulado Método Madre Canguro, que explica sus beneficios, orígenes y el ahorro que constituiría el implementarlo para el cuidado de los recién nacidos prematuros.
Aunque me parece una solución excelente tanto para la madre, como para el bebé, desde el punto de vista emocional, psicológico, afectivo, físico y monetario, hay aspectos de la situación que giran en torno a ella que me producen sentimientos encontrados.
Voy a intentar explicarlo: posiblemente sea un tema de semántica, por ejemplo; me molesta hablar de los beneficios de la lactancia materna cuando la lactancia materna es lo normal, el default, no ofrece beneficios ni ventajas. Es la vara con la cual debe medirse cualquier otra forma de alimentación destinada a "suplir" su falta, aunque ninguna lo haya logrado aún, y en mi opinión, ninguna lo logrará del todo.
Las demás opciones, como por ejemplo la lactancia artificial traen consigo desventajas y problemas. No es que la lactancia natural sea mejor y la artificial casi igual. Es que la artificial es peor que lo normal, siendo lo normal la lactancia materna. Es como el ejemplo del vaso de agua servido hasta la mitad, lo ves medio lleno o medio vacío según tu modo de mirar el mundo, ¿o no? Aunque te tropieces una y mil veces con gente que te diga que es lo mismo, a mi parecer no lo es, ni lo será.
¿Hasta cuándo vamos a mirar el mundo al revés? No entiendo por qué el Método Madre Canguro es siquiera un método Así de simple. Me pregunto por qué alguien en Bogotá, en vista de que muchos recién nacidos morían de infecciones por hacer algo tan rebuscado como meterlos todos juntos en una sala de hospital, tuvo que ¿inventar? un método para hacer algo que es normal, natural e instintivo.
¿Qué te apetece luego de parir? Dormir con el pedacito de ti que acaba de salir de tu cuerpo, tenerlo pegadito del pecho como han estado hasta ese momento, ¿o no? Te quedas mirándolo maravillada y extasiada, contando sus deditos, delineando con la mirada sus cejas y pestañas, sus párpados color lila... y de pronto a alguien se le ocurre la brillante idea de separarlos. Lo encuentro absurdo.
Sé que hay casos en los cuales la mamá se encuentra muy frágil e inestable de salud, en los cuales pueda estar imposibilitada para tener a su retoño encima. Entonces primaría la necesidad de papá de tener a su bebé cerca, de protegerlo y de mimarlo. 
Según Ruth Feldman, profesora y neuróloga que coordinó un estudio sobre el comportamiento hormonal de un grupo de padres durante los seis meses posteriores al nacimiento de sus hijos; en el momento en el que un hombre deviene padre, su cerebro produce un aumento de la actividad hormonal, especialmente de la oxitocina y de la prolactina, influyendo positivamente en la instauración de una mayor disposición afectiva. En conclusión: Los padres también saben qué hacer cuando se les deja cerca de sus pequeños y permiten que fluya su instinto.
Hablando de hombres piel con piel con un bebé... recordé que había visto hace un tiempo atrás, una escena en Grey's Anatomy (Anatomía de Grey), en la cual Alex Karev coge en brazos a una bebé prematura cuyos signos vitales empeoraban gradualmente, mientras su mamá continuaba en la unidad de cuidados intensivos, para intentar reconfortarla un poco pensando que moriría en pocas horas. En ese momento entró Miranda Bailey y le indica quitarse la camisa. Karev la mira incrédulo, y le responde con un defensivo "¡Quítatela tú!". Bailey le explica que la posición en la cual lleva a la pequeña en brazos se llama Método Canguro y que al hacerlo se estabilizan los signos vitales de la bebé. Karev comprueba los monitores y se da cuenta de que sí funciona.

Me parece genial que las series de televisión y medios de comunicación intenten normalizar estas costumbres y mejorar un poco su difusión y aceptación.
Sin embargo, sigo mirando el otro lado y preguntándome, como por ejemplo con la historia del bebé australiano que luego de ser dado por muerto, tras numerosos intentos de reanimación, fue entregado a su madre para que, junto con su esposo, se despidieran de él y pudieran darle besos y caricias. 



Recuperó sus signos vitales luego de los mimos de su madre, ante la mirada atónita e incrédula de los médicos a cargo. Un milagro atribuído al método canguro. ¿Un milagro? ¿Y qué hay de todos los bebés que habrán sido declarados muertos y simplemente estaban "adormecidos" (cuando ocurre un congelamiento y disociación por activación del nervio vagal)debido a no estar encima de sus madres? ¿Y qué hubiera sucedido si ese médico - como lamentablemente ocurre con muchas madres que pierden a sus hijos al nacer - no hubiera tenido la consideración, o la benevolencia de entregarle a su bebé para despedirse de él?
Sigo pensando que el mundo está al revés. Sigo constatando día a día que mucha gente lucha por enderezarlo... ¿Y tú qué opinas?
Foto © Pascal Deloche/Godong/Corbis

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