Reflexiones sobre ser madre

Ser madre, cuántas polémicas se escuchan últimamente en mérito a cómo tiene que ser una buena madre y, sobre todo, a qué tiene que decir una mujer en público de su experiencia maternal. Si como ser madre estuviera escrito en una especie de tratado que toda mujer tuviera que seguir sin poder salirse de lo escrito por el miedo al qué dirán.

Patrones sociales que nos han exigido ser siempre perfectas y afectuosas, aunque tu hijo/a sea la misma reencarnación del conejito de duracell y tú solo quieras gritar agotada que ser madre es más dìficil de lo que pensabas.

¿Qué mujer está preparada para ser madre?  Ninguna, y quién diga que es mas fácil de lo que pensaba se miente sólo a si misma (y puede que a las que no han sido madres aún). Y lo dice una está viviendo su experiencia maternal desde hace 5 años y está por repetirla desde cero una vez más. Y no os niego que me echo a temblar de pensar lo que me espera.

Claro que se sabe que la vida no será nunca como la de antes, pero el nivel de cambiamento te pilla desprevenido y nadie nace aprendido. Y, sobretodos, nadie deberìa juzgar una madre por no saber adaptarse como la sociedad exige a este nuevo rol.

Esto no quiere decir que las mujeres que no dicen que ser madre es una experiencia que las llena y que desde que dieron a luz a sus hermosos vástagos su vida tiene sentido quieren menos a sus hijos, Pienso todas las madres, o al menos todas las que yo conozco, quieren a sus hijos y ellos son el centro de su vida.

El no poder quejarse de lo cansada que estás y de lo que en tu vida se ha convertido es lo que me parece injusto.  Estas mujeres no son madres desnaturadas sino madres que necesitan desahogar su impotencia y su ganas de decir al mundo “no soy una madre perfecta es sábado noche y yo sólo quiero dormir!”.
Y que sean otras mujeres las que crìtiquen este desahogo es lo que más me irrita. ¿Dónde esta la solidaridad femenina, señoras? ¿Esto es lo que queremos? ¿Demostrar siempre que una mujer es, por naturaleza y por instinto, capaz de soportar todo lo que un recién nacido, bebé e hijo en edad escolar supone solamente porque es asì que está establecido? Y chitón, que ya sabes la que te espera si abres la boca!

Demostrar nuestra vulnerabilidad puede que nos de fuerzas para ayudarnos entre nosotras y que la maternidad pueda ser una cosa con la que convivir sin sentimientos de culpabilidad por no sentirnos a la altura. Una altura que aún no llego a entender.

Todas seremos las mejores madres para nuetros hijos y compartir nuestras fustraciones no les creerá ningún trauma una vez sean personas adultas. En mi humilde opinión creo que no hace ningún dano que nuestros hijos sepan que también nosotras somos humanas y tenemos nuestras dudas e inseguridades.

Con estas palabras no pretendo herir ni imponer mi manera de pensar a nadie. Si he hecho pensar lo contrario, os pido disculpas de corazón. Me gustarìa saber cual es vuestra opinión al respecto, para poder conseguir un intercambio de opiniones y poder ampliar mis horizontes!