Revista Atletismo

Reflexiones: Trail Running, ¿Estamos locos o qué?

Por Fermín Fermin Fernandez @ferminffaviles
Reflexiones: Trail Running,  ¿Estamos locos o qué?
20 de marzo de 2015
El running crece, cada vez somos más los que nos lanzamos a correr. Las calles de la ciudad se nos han quedado pequeñas y llegamos al campo, el trail running está pleno auge, pero ¿para todos?.
Llevamos unos años en los que el mundo de running está creciendo exponecialmente. De ser un deporte minoritario para atletas ha pasado a ser una afición popular en la que, en zonas como Madrid, todos los fines de semana podemos encontrar varias carreras en las que participar. El boom está siendo tal que ya no nos vale sólo con la ciudad, la afición a correr está llegando hasta la montaña y, de prácticamente no haber carreras hace unos años, hemos pasado a tener pruebas de trail running por todos los rincones de nuestras sierras. Ya no nos vale con correr pruebas de 5 ó 10 km., ni siquiera maratones, ahora vamos a por las ultramaratones de montaña, carreras de 60 - 100 km. con subidas importantes y desniveles acumulados de +3.000 m. El running nos gusta, nos motiva, nos hace sentir vivos, nos hace superar nuestros límites y alcanzar metas que nunca hubiéramos soñado. Se puede practicar en cualquier sitio, a cualquier hora, a cualquier edad, sólo o acompañado, no es necesario ningún tipo de equipación sofisticada. Sólo es necesario voluntad y ganas de correr. Además es adictivo, poco a poco vas consiguiendo pequeñas metas como pasar de aguantar 5 minutos seguidos corriendo a aguantar 6, o de ser capaz de terminar una carrera de 10 km. a hacerlo en menos de una hora, o acabar tu primera media maratón, o tu primera maratón en menos de 4 horas,… según vas consiguiendo pequeños retos te vas dando cuenta de que tus límites, como la zanahoria, ya no está donde estaban sino un poco más allá. A algunos, lo de ser capaces de correr más kilómetros o hacerlo a mayor velocidad, no nos parece suficiente y buscamos evolucionar como corredores, hacerlo mejor, desarrollar plenamente nuestras capacidades y habilidades a la hora de correr, no depender de nada, de ninguna tecnología. Correr de manera natural, con lo mínimo, como lo ha hecho el hombre desde que es hombre. Nos llaman minimalistas, solemos correr con zapatillas que no incorporan tecnología (ni amortiguación, ni control de estabilidad,…) o que la incorporan de forma mínima, también con sandalias que protejan únicamente nuestra planta del pie de un posible corte o directamente descalzos. El minimalismo no es una promesa, no es una moda, no es un nuevo reto. Es un camino voluntario, una vía de desarrollo no fácil que requiere un periodo largo y lento de adaptación. En el que los músculos y articulaciones de nuestros pies se han de fortalecer para volver a ejercer la función para la que han sido diseñados. En donde hay que olvidar la forma de correr habitual e invertir muchas horas en volver a reaprender a correr como cuando éramos niños, cuando nuestra técnica era natural, innata, espontanea, sin contaminar. Lo    que lleves en los pies es lo de menos. No somos muchos, aunque vamos siendo más. En las carreras solemos producir curiosidad a otros corredores, bromean, nos preguntan. A algunos les parece imposible que se pueda correr así, que se pueda terminar un maratón o una carrera de montaña sin calzar la zapatilla “adecuada”, hasta que nos ven llegar a meta. Poco a poco vamos ganando su respeto, la curiosidad o el asombro se va transformando en interés. Parece que esta opción que hemos elegido algunos para correr no agrada a todo el mundo, y hasta aquí es entendible, cada uno es libre de buscar su forma de disfrutar corriendo o en la que consiga mayores logros, pero desgraciadamente la cosa no ha quedado aquí. La FEDME (Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada) ha modificado este año el reglamento de carreras de montaña y exige obligatoriamente la utilización de zapatillas de “trail running” a los participantes. Recordando incluso a los jueces de las pruebas que, estén de acuerdo o no, su obligación es impedir la participación de corredores que utilicen otro tipo de calzado (sandalias, por ejemplo).

¿El calzado que usen los corredores es la mayor preocupación de la FEDME?

No parece coherente que cualquier persona, sin aportar ningún tipo de certificado médico/prueba de esfuerzo que fundamente que tiene un mínimo de condiciones físicas y sin ningún tipo de acreditación de que al menos ha sido capaz de llegar a meta en alguna prueba de menor dificultad (una media maratón, una carrera de montaña de menor distancia,…), únicamente con llevar zapatillas de trail se considere apto para participar en una ultramaratón de montaña y sin embargo si llevas sandalias, aunque estés federado, tengas un extenso currículo de participación en ultras de montaña, hayas terminado ediciones anteriores con sandalias, por tu seguridad, no te dejen participar. Esto no es ciencia ficción, ni una noticia de discriminación del siglo pasado como cuando no dejaban participar en maratones a corredores preparados simplemente por ser mujeres, es totalmente actual.
Este fin de semana se celebra un maratón de montaña en Levante donde a un corredor con un gran palmarés en carreras de montaña y ultras con sandalias, que ya terminó esta misma prueba el año pasado junto a su hermano, él en sandalias, su hermano con zapatillas tradicionales, que lleva meses entrenando por la zona con el objetivo y la ilusión de mejorar su marca del año pasado, después de ya tener pagada la inscripción la organización de la carrera le ha “invitado” a no participar para evitar conflictos con la federación.

¿Estamos locos o qué?

Volver a la Portada de Logo Paperblog