¿Te sientes cansado/a? ¿Tienes un estado de ánimo por los suelos? En el post de hoy te explicamos cómo hacer un buen masaje en los pies y seguro que enseguida notas que tu estado anímico y físico mejoran notablemente.
Hay muchos tratamientos (y combinaciones de tratamientos) orientales y accidentales basados en estimular diferentes zonas del cuerpo mediante la presión. Por ejemplo: la acupuntura, la reflexología, etc.
La Reflexología consiste en hacer masajes de los pies para calmar tensiones y otros males. Existen zonas específicas en el pie que representan todos los órganos del cuerpo y al estimular dichas zonas podemos calmar el dolor y eliminar toxinas, además de prevenir enfermedades y problemas de salud.
Antes de explicar cómo se hace, desde Plantillas Coimbra, S.L. queremos daros algunas recomendaciones importantes: Lávate las manos con agua fría y bastante jabón neutro. Siempre debes hacerlo antes y después de cada masaje. Para el masaje puedes usar aceites, polvos o talco, o no utilizar nada. El masaje debe durar unos diez minutos entre presión y masaje. Lo ideal es repetirlo mínimo dos veces la semana. Seguro que enseguida notas cambios contigo mismo/a.
10 consejos para masajear los pies según la reflexología
- Lo primero que debemos hacer es sentarse en una postura cómoda con el pie apoyado sobre tu rodilla y después al revés.
- Sujeta tu pie con la mano y al mismo tiempo presiona la planta del pie con el dedo índice o pulgar de la otra mano.
- La presión debe ser constante. Debes hacer un movimiento circular contrario a las agujas del reloj. (Si lo haces al revés no servirá de nada).
- Comienza el masaje presionando desde arriba (los dedos) hacia abajo (el talón). No olvides masajear los laterales y los dedos del pie. En la planta del pie se encuentras todas las zonas del cuerpo, así que durante el masaje notarás puntos más sensibles e incluso puntos en que puedas sentir dolor.
- Este mismo procedimiento deberás repetirlo en el otro pie.
- Una vez terminado el masaje general de los pies, deberás hacer un masaje localizado en las zonas más sensibles o en las zonas dolorosas. El dolor de dicha zona indica que el órgano reflejado no está funcionando debidamente y, por lo tanto, requiere más y mayor estimulación. Intenta que la presión sea media o fuerte.
- Si en una zona notas mucho dolor, masaje el área hasta llegar al centro del dolor y allí, mantén una presión suave y constante, pero sin pasarnos de fuerte.
- Recuerda que masajear excesivamente el pie o cualquier zona del cuerpo puede ser contraproducente.
- Completa el masaje, masajeando de nuevo toda la planta de cada pie. Como ya hemos comentado anteriormente desde los dedos del pie hasta el talón.
- Para terminar con el masaje deberemos masajear el tobillo, el empeine y frotar el pie en general.