Texto original escrito por Ana. Sígueme en Twitter.
Se denomina reflujo gastroesofágico al paso involuntario del contenido del estómago hacia el esófago.
El esófago está conectado al estómago y entre ambos existe una membrana, llamada esfínter esofágico inferior, que actúa como una puerta que se abre para permitir el paso de los alimentos al estómago, pero que se cierra para evitar que éstos regresen al esófago.
El reflujo ocurre cuando esta puerta se abre y el bolo alimenticio del estómago regresa al esófago. Dado que este bolo es ácido, si se presenta de manera crónica daña al esófago.
Esta condición puede ocurrir en personas sanas, sobre todo después de una comida abundante y cuando están acostados, sin que se produzca lesión. Sin embargo, cuando este padecimiento se presenta de forma crónica, comienza a dañar al esófago dando lugar a una serie de síntomas:
- Regurgitación de sustancias agrias en la boca (sensación de un sabor agrio).
- Pirosis. La pirosis es el término médico de lo que comúnmente se conoce como agruras o acidez, que es la sensación de ardor o quemazón en el esófago.
- Eructos.
- Náuseas.
- Pesadez después de ingerir alimentos.
- En casos más graves, se presenta una dificultad para deglutir, sobretodo alimentos sólidos (disfagia).
Tratamiento nutricional
Alimentos a evitar
- Condimentos.
- Cítricos.
- Café, té y refrescos.
- Grasas (carnes rojas, quesos grasos, fritos, lácteos enteros, comida rápida y preparada, embutidos, mantequilla, crema, manteca, chocolate).
- Bebidas alcohólicas.
- Picantes.
Hábitos para evitar y/o disminuir los síntomas del reflujo
- No acostarse después de comer. Dejar pasar entre 2 y 3 horas.
- Eliminar el sobrepeso.
- Evitar prendas que compriman el abdomen.
- Elevar la cabecera de la cama.
- Evitar, en lo posible, aspirina y similares (ácido acetil salicílico) que irritan la mucosa del estómago.
- Ingesta de poco volumen y alta periodicidad: realizar cinco comidas ligeras al día en el mismo horario.
- Comer alimentos templados, ya que temperaturas muy altas o muy bajas pueden irritar la mucosa gástrica.
- No fumar.
Otras condiciones donde aparece el reflujo
El reflujo es frecuente en los primeros años de vida, sobre todo en los lactantes. También en las mujeres embarazadas y en las personas con sobrepeso u obesidad debido a la presión que ejerce el exceso de volumen abdominal.
En los tres casos es necesario acudir con el especialista (pediatra, gastroenterólogo) para seguir el tratamiento adecuado.
Sobre los antiácidos
Si bien es cierto que los antiácidos son una de las opciones para el tratamiento del reflujo, muchas personas abusan de su consumo, aminorando temporalmente un síntoma pero no erradicando el problema de raíz.
Además, la falta de supervisión hace que muchas personas tomen una dosis excesiva por tiempos prolongados lo cual puede acarrear consecuencias para la salud a largo plazo como elevar el riesgo de la osteoporosis o de cálculos renales.
Es por ello que si se detectan síntomas de esta condición es recomendable acudir con un gastroenterólogo quien realizará las pruebas necesarias para confirmar el diagnóstico, comprobar el grado de lesión y prescribir el tratamiento apropiado.