San Luis Potosí, SLP – La Sierra de San Miguelito, un área natural protegida de gran importancia ecológica, ha sido el centro de un significativo esfuerzo de reforestación liderado por la comunidad local, en respuesta a los recientes incendios que afectaron la región. En abril pasado, un incendio consumió cerca de 80 hectáreas de la sierra, lo que, aunque comparado con el devastador incendio de 2019 (que afectó 11,000 hectáreas), sigue siendo una alarmante llamada de atención sobre la fragilidad del ecosistema.
El activista Carlos Covarrubias, miembro de los Guardianes de la Sierra, explicó que este esfuerzo de reforestación surgió de una necesidad urgente expresada por la comunidad tras el incendio. «En nuestras reuniones, se hizo evidente la necesidad de reforestar de manera organizada y técnica», comentó Covarrubias. De estas reuniones surgió la iniciativa de convocar a la ciudadanía a unirse en un esfuerzo conjunto que se ha estructurado bajo cuatro pilares fundamentales.
El primero de estos pilares es la selección del sitio para la reforestación. La elección de las áreas adecuadas es crucial para garantizar el éxito a largo plazo de las plantaciones. En este sentido, se han priorizado zonas de amortiguamiento y áreas de influencia de la sierra, las cuales son vitales para la conservación del ecosistema. «No se trata solo de plantar árboles, sino de hacerlo en los lugares correctos donde puedan prosperar y contribuir al equilibrio ecológico», señaló Covarrubias.
El segundo pilar es el uso de plantas nativas, una medida esencial para preservar la biodiversidad local y garantizar que las nuevas plantaciones se integren de manera natural al entorno. Se han seleccionado especies como magueyes, pinos, mezquites, palma y yuca, que son propias de la región y tienen mayores posibilidades de sobrevivir y prosperar en las condiciones climáticas locales.
El tercer pilar es la capacitación técnica de los voluntarios. Covarrubias enfatizó la importancia de contar con expertos que no solo posean conocimientos académicos, sino también experiencia práctica en reforestación en áreas naturales protegidas. «Hemos trabajado con especialistas que entienden los desafíos específicos de reforestar en la sierra de San Miguelito», indicó. Esta capacitación asegura que los voluntarios no solo participen activamente, sino que lo hagan de manera informada y efectiva.
El cuarto y último pilar es el apoyo institucional, que ha sido fundamental para el éxito de las jornadas de reforestación. Entre las instituciones que han apoyado esta iniciativa se encuentran la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y la Secretaría del Bienestar. Además, un elemento destacado ha sido la colaboración con la Guardia Rural de la octava caballería, que ha brindado apoyo logístico y de seguridad.
Hasta la fecha, se han realizado tres jornadas de reforestación, en las que se han plantado aproximadamente 10,000 ejemplares de diferentes especies nativas. La cuarta jornada se llevó a cabo en Mezquital, donde se contó participación de muchos voluntarios y la plantación de entre 2,000 y 3,000 nuevos árboles. «Este esfuerzo colectivo no solo se enfoca en la reforestación, sino en crear una cultura de conservación y cuidado del medio ambiente», concluyó Covarrubias.
Fotografías de Mauricio Galarza
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