La reforma de este mini piso 36 m² en Malmö, Suecia es del año pasado, en ella se ha cuidado tanto el estilo original del edificio, como introducido acabados más modernos en perfecta armonía.
Hace un par de meses veíamos un piso pequeño donde también una pared de cristal y forja separaba el dormitorio del resto del espacio. A algunos no les convencía en absoluto el uso de este recurso, porque decían que se perdía intimidad, pero perdonad que discrepe un pelín.
¿Cuánta gente puede vivir en un piso de 36 m²? una persona cómodamente y una pareja a lo mejor también, aunque ya sería un poco justo y ahí no veo pérdida alguna de intimidad… viene esto a cuento, para convencer a los indecisos de que instalar una pared de cristal en un piso como este, es un recurso perfecto para proteger una zona de ruidos y ganar en luminosidad en toda la estancia, en mi opinión los beneficios son mucho mayores, que los perjuicios.
Si el recurso se utilizase de la misma forma en una casa grande con más habitaciones, donde vive una familia completa, con personas de distintas edades y gustos, entendería un poco más lo de la intimidad, pero en pisos pequeños, donde solo vive uno o dos, lo de perder intimidad por una pared de cristal no lo veo.
Es curioso ver como en España el tema de la intimidad sale muchas veces a relucir al hablar de decoración de pisos diáfanos, sin muchas divisiones o donde el dormitorio tiene una pared de cristal o no hay ni cortinas, ni persianas en las ventanas al exterior y a los nórdicos eso no les importa en absoluto, ¿es que los españoles somos más pudorosos? A ver que os parece a vosotros la reflexión, ¡feliz lunes!
Vía: Bolaget