Ponemos fin a las publicaciones de esta semana regresando a esta bonita casa de curas en la Montaña Palentina.
En anteriores post pudimos ver la preciosa planta baja y algunos detalles de la planta de arriba, en la que se sitúan los dormitorios con todos sus magníficos detalles, piezas recuperadas con mucho mimo y cariño que imprimen a toda la vivienda ese sabor tan especial.Hoy vamos con dos las otras dos habitaciones que completan esta planta.Por un lado y junto a las escaleras nos encontramos que una estancia con mucho romanticismo, tanto que en ella caben hasta los dos mellizos de la casa.La otra es una habitación infantil para el chicarrón de la casa. Todos los detalles a base de reciclaje. Se han pintado los armarios originales y los cabeceros se han hecho con antiguos cuarterones.
me parecen ideales detalles como el tapiz o la lampara que luce perfecta con una antigua puntilla.
Ya únicamente nos queda ya visitar el patio, un bonito remanso de paz donde poder pasar las cálidas mañanas de verano...que no las tardes por que aquí no son precisamente cálidas.Aquí podemos encontrar -como diría mi abuela- distintos aperos como trillos, azadas....
Por último sólo me queda presentaros a las artífices de esta reforma, que junto con su madre han puesto todo su empeño para que esta casa se convierta en el magnífico lugar de descanso que es hoy en día. ¿No os parece que se merecen una ola?
imágenes TCV