Las nuevas reformas de viviendas tienden a abrir espacios, que antes estaban cerrados en múltiples divisiones. No te pierdas esta reforma en Madrid en la que pasaron de ocho habitaciones, a cuatro.
Este ático madrileño fue durante años una pequeña residencia de estudiantes, de ahí tantas divisiones, pero al llevar cerrado mucho tiempo su estado estaba muy deteriorado.
Al tirar tantos tabiques la vivienda se llenó de luz y el espacio se multiplicó. Sus dueños eligieron la opción de dejar las vigas y las columnas de hormigón visto lo que le da un toque industrial a la decoración muy favorecedor.
Las zonas con baldosa hidráulica en la cocina y baño, aunque puedan parecer recuperadas son completamente nuevas y encajan perfectamente bien en la decoración.
La casa no termina en el interior sino en esa fantástica terraza con espacio suficiente para zona de sofá y comedor y con vistas preciosas a los tejados de Madrid. ¡Feliz jueves!
Vía: Revista AD fotos: Lupe Clemente, reforma: Alacet