Ya está aquí. La esperada y "agresiva" reforma laboral se dio a conocer el pasado viernes. Aparte de consideraciones más o menos técnicas, un repaso a dicho decreto nos deja la sensación de que se persigue abaratar dramáticamente el despido, y no propone medidas del mismo calado para incentivar la creación de empleo.
Se echan de menos medidas como más contundentes bonificaciones en los seguros sociales o IRPF para empresas que contraten en este año 2012, no importa el rango de edad o sexo (obviamente se mantendrían algunas deducciones extra a sectores menos favorecidos laboralmente, sobre todo empleo juvenil y de más de 45 años, como recoge la actual reforma). Esto supondría una reducción de los ingresos al Estado, pero éste se ahorraría tener que pagar la prestación por desempleo.
Fátima Báñez (en primer plano) junto a los representantes de los sindicatos mayoritarios y la patronal (foto: EFE, por Última Hora )
Otra medida que echo de menos es la oportunidad de incentivar a las empresas para la inversión, tanto material como humana, en la universidad e I+D; estamos hartos de oír a cualquier político de cualquier color insistir en "el cambio del modelo de producción". Pero por el otro lado, se recorta en investigación, en I+D, se suspenden ayudas a proyectos para el desarrollo e instalación de energías renovables. Sería interesante implicar a las empresas un poco más con bonificaciones o deducciones por el patrocinio de proyectos de investigación en la universidad o la obtención en propiedad de las patentes o trabajo intelectual generados por esa investigación, además dar más facilidades a la contratación del personal becario o autores del material, para que siga desarrollándolo en la empresa.
Si queremos cambiar las bases productivas del país, tenemos que potenciar la educación superior, y generar nichos en el tejido empresarial para beneficiarnos de ella. ( y no formar y exportar talento, como ocurre ahora).
En cuanto a pymes y autónomos, aunque el abaratamiento del despido les beneficia, se echa en falta, más que lo que pueda aportar esta reforma laboral, medidas que den acceso a una financiación rápida y flexible; pero eso ya será cuestión de la tan esperada Reforma Financiera, que debería obligar (más que incentivar) a las instituciones financieras, a abrir la mano en lo referente a la ayuda financiera a las pequeñas empresas, que, no olvidemos, suponen la vasta mayoría de nuestros negocios patrios. Los bancos deben de asumir un poco más de riesgo, como lo hace el ciudadano de a pie.
Para saber más:
- REAL DECRETO-LEY 3/2012, DE 10 DE FEBRERO, DE MEDIDAS URGENTES PARA LA REFORMA DEL MERCADO LABORAL (BOE DEL 11)
- Blog de Martín Varsavsky