CÉSAR VIDAL
De algunos mitos difundidos sobre el protestantismo (XXIX): El avance del protestantismo (y 3)
Durante los últimos meses, he ido desarrollando algunos de los mitos más difundidos sobre el protestantismo en naciones sociológicamente católicas. No he pretendido ser exhaustivo –siempre lo digo– pero sí he intentado dar una visión general de esos mitos nacidos, por regla general, de la ignorancia cuando no de la mala fe.
De manera totalmente casual, concluyo esta serie cuando la Unión Europea anuncia que Irlanda, nación católica casi por antonomasia, tendrá que ir a la quiebra seguramente en 2011; cuando los PIGS de esa Unión Europea son naciones católicas –con la excepción de Grecia-; cuando la seriedad económica en esa misma Unión Europea está representado por naciones que experimentaron la Reforma; cuando Hispanoamérica cumple doscientos años con una clara incapacidad para vencer problemas que ya resulta imposible achacar a España o a los Estados Unidos; cuando España sigue dando vueltas sobre sus males seculares –la superstición, la ignorancia, la estupidez y el sectarismo– e incluso alguna política pide -¡literalmente!- que se arrojen mis libros a las llamas y cuando la sociedad norteamericana reacciona en torno a un grupo social, el Tea party, que entronca con la tradición de libertad de los puritanos ingleses y los Padres Fundadores.