Paradoja Midas-Medusa
No es de extrañar que el tema de la contratación temporal sea uno de los principales de conversación en cuanto se reunan más de 2 enfermeras... la precariedad campa a sus anchas, pero también campa a sus anchas el oscurantismo y la falta absoluta de participación... y no sólo de los profesionales de base.He de dejar claro que esta entrada de opinión y enfoque personal versa sobre la contratación temporal en el ámbito de la sanidad pública "administrativa" pero bien se podría aplicar a esas iniciativas "mixtas" en las que tanto insisten los que andan en la planificación de los sistemas sanitarios.
Lo primero que hemos de aceptar es que LA NEGOCIACIÓN NO EXISTE (Está muy limitada)... son las normas las únicas que obligan a la administración; por ello debe "informar" a las mesas y juntas de personal. Esas normas la obligan a garantizar la aplicación de los principios de igualdad, mérito, capacidad y publicidad en la contratación de empleados sea cual sea la duración de su contrato.
Pero se da la circunstáncia de que lo que con un oficinista puede que no pase si pasa con los trabajadores del conocmiento como son los educadores y sanitarios... y entonces ocurre la paradoja de que "capacidad" y "mérito" e "igualdad" se petrifican al mirarse...
Hoy mismo me llegó un interesante documento del consejo de enfermería de la comunidad valenciana (CECOVA) que hace una detallada descripción de las 18 bolsas de contratación temporal de las administraciones sanitarias de España y añade (desde la página 61) un interesantísimo y muy novedoso ejercicio de participación de los profesionales tratando de hacer propuestas de mejora... como es lógico cada quien tiene no sólo su opinión sino también su orientacion.
¿Qué quiero decir con su "orientación"? Está claro que la finalidad de las listas de contratación. Y ahí entramos en el lío... porque se contrata para cubrir una necesidad de prestar unos servicios profesionales con alta capacitación (un servicio de conocimiento) pero la lista o bolsa en sí lo que busca es garantizar la "igualdad" entendida esta desde un punto de vista administrativo lo que se concreta en una pugna continua por dar primacía a los méritos emanados de la propia administración (incluso aunque sean en otras funciones que poco o nada tengan que ver con la capacitación al caso).
Creo que esa reflexión que encabezó el CECOVA dando voz por igual a tod@s sin importar su posición es el tipo de trabajo que necesita el sistema sanitario para avanzar y zafarse de sus ataduras... porque el actual sistema de "representación" tras todos estos años nos ha dejado un sistema de contratación que muestra claros signos de desequilibrio emocional cuando no una especie de psicosis.
Así que por lo menos a nivel de "tormeta de ideas" las propias administraciones deberían tener canales abiertos de escucha para sus empleados que son (somos) la auténtica sustancia del servicio público.