Revista Arquitectura

Reformas en la nueva normalidad

Por Luissantalla

Últimamente me he incorporado al equipo web de la Clínica de Casas. Un proyecto de la ETSA de A Coruña, en colaboración con más escuelas de arquitectura. Dentro de esta clínica se han debatido temas sobre la habitabilidad en tiempos de confinamiento y se ha apoyado a cualquier persona con pocos recursos a mejorar sus condiciones de habitabilidad en los tiempos de confinamiento.

Gente como Inspiración al Cuadrado entran ahora a trabajar en unas condiciones nuevas, con demandas y proyectos que hasta el momento podían no pensarse. El hecho de pasar más tiempo con los niños en casa, teletrabajar, vivir con alguna persona en cuarentena por infección… provoca cambios y necesidades nuevas, que se transforman en nuevas exigencias de proyectos de reforma.

Las reformas integrales en Madrid de esta nueva época pasarán por tener en cuenta a las personas de riesgo, tanto en sus viviendas como en las residencias de mayores. Recuerda que si vas a hacer obra en casa y cambiar algo que cambie la habitabilidad de tu vivienda necesitarás un proyecto técnico, y presentarlo en el ayuntamiento para obtener la pertinente licencia. Ya sea a través de la empresa de reformas, o bien a través de algún arquitecto, podrás delegar los trámites burocráticos, pero recuerda que siempre, en caso de reformas y «obras menores» serás tu como promotor el responsable.

Si las obras se tratasen de algo de menor envergadura, como las intervenciones de interiorismo en Madrid, no requerirán de proyecto técnico, si no se afecta a la habitabilidad, instalaciones… o si fuesen necesarias demoliciones. Para este tipo de obras decorativas podrás contactar con cualquier profesional, eso si, que veas que tiene un cierto gusto y buen hacer, al final estamos hablando de nuestro bien más preciado, que es nuestro hogar.

Reformas en la nueva normalidad

La transformación del hogar

Nuestro espacio de residencia se ha transformado en nuestro refugio habitual, donde podemos realizar tantas actividades como querramos. Es cuestión de pensarlas, ensayarlas y ejecutarlas, en ese orden y con las medidas de higiene recomendadas.

Estamos descubriendo las posibilidades de la tecnología más puntera de comunicación, que nos permite la distribución de información para divertirnos y para trabajar. Nos sirve para sentar unas buenas bases de trabajo compartido, nos ayudarán a proyectar. Tengamos en cuenta esta experiencia que estamos pasando y no la olvidemos cuando podamos salir por la puerta.

Podemos hablar de los siguientes ámbitos que han cambiado la forma de entender el hogar, y que pueden producir la necesidad de una reforma:

  • convivencia con personas infectadas: esta situación excepcional puede que nos haya metido «el miedo en el cuerpo». Igualmente un espacio independiente dentro del hogar, con capacidad de funcionar de forma autónoma puede ser un buen criterio a la hora de pensar en una futura reforma. El hecho de poder contar con dos unidades mínimas diferenciadas en la propia vivienda dará más posibilidades a la hora de una futura visita, la convivencia con una persona enferma, o simplemente más independencia para los hijos o los padres
  • teletrabajo: la gran revolución de estos últimos 4 meses. Hemos podido ver la forma de adaptación de las empresas y los trabajadores por cuenta propia. Podemos tener la oficina en casa y hacer que funcione. Para ello tuvimos que adaptar mínimamente espacios habituales a una nueva condición.
  • nueva organización del hogar: estos posibles cambios anunciados anteriormente nos pueden llevar a plantearnos diferentes formas de organización interior. Puede que quizá podamos reestructurar el hogar con un mobiliario diferente. Los arquitectos e interioristas podrán echarte una mano, y los oficios de obra llevar tus necesidades a la realidad.

Consejo de limpieza:

A nivel doméstico la limpieza y desinfección se realizará con un desinfectante incluido en la política de limpieza y desinfección del centro sanitario. Estos virus con los que tuvimos contacto se inactivan tras 5 minutos de contacto con desinfectantes de uso por el público en general, como la lejía o con una solución de hipoclorito sódico que contenga 1000 ppm de cloro activo (dilución 1:50 de una lejía con concentración 40-50 gr/litro preparada recientemente).


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