Barajamos varias opciones, pero siempre cuidando el look global y teniendo en cuenta que se trata del recibidor de una casa, y no de un hotel u otro tipo de espacio, así que lo queríamos acogedor, bonito, y al mismo tiempo, que resultase práctico.
Decidimos ir en la línea cromática de los tonos neutros para conseguir un espacio atemporal, pero combinándolos con la fibra natural y la madera que siempre aporta ese toque más acogedor y casual.
El toque más hogareño teníamos claro como lo queríamos conseguir: una composición de cuadros personalizada con fotos, láminas y recuerdos familiares.
Para este espacio, optamos por introducir dos piezas que resultan impactantes, pero a diferentes alturas para no saturar el ambiente: la lámpara tamaño XXL y el columpio colgante.
La lámpara de fieltro gris contrasta con la moldura barroca de la que cuelga y queda muy bien encajada en el espacio, dando la impresión incluso de hacerlo más grande visualmente hablando.
Además se crea un juego con la lámpara y los colores y texturas de la estancia contigua muy sutil, pero muy bonito.
El columpio, marca la nota divertida y desenfadada de este espacio, y aporta un asiento extra que siempre viene bien en este tipo de espacios.
Como veis, aquí estoy haciendo la prueba de carga... con las pintillas típicas (pero, eso si, muy fêliz) de estar montando durante horas y horas la decoración de la casa. ¡¡Atención a las rodillas!! jajaja
¡¡Esperamos que os haya gustado tanto como a nosotras este espacio tan importante de la casa!!
Pero contadnos, ¿cuidáis mucho la decoración del recibidor? ¿os gusta que sea más bonito que práctico, u os decantáis más por hacerlo útil a tope?
¡¡Agradecimiento especial a Ine de Boho Deco Shop por ayudarnos con las fotos!!
Muy pronto os enseñaremos el resto de la casa...
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