Revista Cultura y Ocio

Refranes en diálogo

Por Fuensanta

 

Refranes en diálogo

Haciendo grupo

Una forma de improvisación por parejas es plantear una situación previa, un diálogo entre dos personas donde se discute un problema o se cuenta algo que a una de ellas le ha pasado. Ejemplos de situaciones previas para desarrollar serían, por ejemplo, una hija que discute con su madre porque quiere salir y la madre la ha castigado, una amiga que le cuenta a otra que su novio se la ha dejado, donde se puede introducir la variante de que la que escucha el problema es quien le ha robado el novio en realidad, dos que discuten por la posesión de un pajarito que se han encontrado, uno que tiene que pedir algo importante a otro, sin saber qué le contestará, alguien que va a pedir trabajo, etc. Esto sería de lo más normal si se tratara de crear el diálogo y resolver la situación de algún modo, pero la diferencia con otras improvisaciones es que no pueden hablar con normalidad, sino siempre usando un refrán que habrán elegido previamente: “No por mucho madrugar amanece más temprano”, “Cría cuervos y te sacarán los ojos”, “El que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”, etc. Cada uno elige su refrán y con esa frase tendrá que buscar todas las entonaciones necesarias para desarrollar el diálogo de la situación. Se pueden repetir palabras, insistir en una parte del refrán, cambiar el orden y dejarlo a medio terminar, pero no decir cualquier otra cosa, sino siempre el mismo refrán. La improvisación tendrá que terminarse con un cierre rotundo, según la situación planteada.

Los objetivos de este ejercicio son el descubrimiento del subtexto, el trabajo de voz en escena, la búsqueda de entonaciones diferentes para la misma frase y el desarrollo de la imaginación y la capacidad de reacción ante la actuación del otro.


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