Revista Cultura y Ocio
En cuanto a lecturas y apariciones blogueras, esta semana y la siguiente van a ser para mi más cortas de lo habitual porque durante el puente de la Constitución y la Inmaculada marcho de viaje de ocio a Venecia.
Hasta ese momento quiero terminar de leer Las tres bodas de Manolita del que me falta la mitad aún y comienzo a leer para distintas lecturas simultáneas Dies Irae de César Pérez Gellida y La lluvia es una canción sin letra de Angel Gil Cheza. Seguramente que demasiado para mis circunstancias, pero no pienso renunciar a ninguna de ellas así que al "toro y por los cuernos" y hasta donde llegue, que Venecia promete.
Capítulo XLVI. De la notable aventura de los cuadrilleros y la gran ferocidad de nuestro buen caballero Don Quijote.Al final después de dos días en la famosa venta, los diferentes asuntos de cada grupo de los que allí paran empiezan a arreglarse. Por un lado, los cuadrilleros acceden a no llevarse preso a Don quijote cuando acaban creyendo lo que les cuenta el cura sobre el estado mental del hidalgo. También se arregla el barbero cuando le pagan lo que Don Quijote y Sancho le quitaron en el camino. Se arregla Don Luis con sus criados para poder seguir junto a su amada Clara y entre todos, menos Sancho, se disfrazan y maniatan a Don Quijote lo lo suben a una carreta para llevarlo de vuelta a su casa para curarle de su mal. Lo llevan engañado como si todo fuera fruto de un encantamiento y con la promesa de que acabará casándose con su señora Dulcinea.
Capítulo XLVII. Del extraño modo con que fue encantado don Quijote de la Mancha, con otros famosos sucesos.En este Capítulo, el cura y el barbero se ponen en marcha con la comitiva que lleva enjaulado a Don Quijote de camino a su casa y engañado con su estado de encantamiento.
En el camino se encuentra con el Canónigo de Toledo al que relatan lo que le ocurre a Don Quijote y éste comienza una fuerte crítica de los libros de caballerías que han vuelto loco a Don Quijote.