Título original:
Refugiado
Año:
2014
Fecha de estreno:
06 de Marzo de 2015
Duración:
93 min
País:
Argentina / Francia / Colombia / Polonia
Director:
Diego Lerman
Reparto:
Julieta Díaz, Sebastián Molinaro, Marta Lubos, Silvia Baylé, Sofía Palomino, Sandra Villani, Paula Ituriza, Carlos Weber
Distribuidora:
Caramel Films
Lo primero que te puede venir a la mente si te dicen que vas a ver otra película sobre violencia de género es cuántos tópicos acumulará dicha película. O si ofrecerá algo que la haga merecedora de mayor consideración que lo de “película necesaria” tan cacareado como sinónimo de “como película en sí no aprueba, pero la salvamos de la quema por lo que cuenta”. Afortunadamente, este no es el caso de Refugiado, la película del director argentino Diego Lerman. También tenemos la suerte de que la película esté alejada de la parafernalia de Hollywood, pues seguramente habrían convertido la historia el algo completamente distinto.
Presentada en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes y el la sección Horizontes Latinos del Festival de San Sebastián, Refugiado es la cuarta película de su director, y este viernes (6 de marzo 2015) nos llega a los cines españoles.
La película nos ofrece un relato crudo y sincero pero sin caer en lo común y standard, no tira por el camino fácil, y eso se agradece. De hecho, hasta en algunos tramos parece enfocarse más como suspense que como drama. También ayuda que el enfoque de la película no se centre en la mujer maltratada, sino más bien en su hijo de siete años, en cómo con su mirada inocente recibe todo este cúmulos de sensaciones contradictorias y la experiencia en la que se han convertido sus vidas.Así, esta huida hacia ninguna parte exactamente, esta road movie desesperada de una madre y su hijo se torna cercana al espectador e incluso sabe sacar momentos para el respiro de éste, con la bella amistad de los dos niños, momento breve pero muy cálido y grato.Quizás, dentro de esta visión infantil que predomina en la película, es de extrañar cierto cambio de actitud en un momento dado, suponemos que para favorecer la tensión de la escena sobre todo, pero que no acaba de comprenderse del todo desde la visión del espectador. Tampoco es un hecho muy grave, atendiendo que la mente de un niño tampoco es una ciencia exacta (ni la de un adulto!) y está abierta a cambios de actitud a veces drásticos y sin venir a cuento. Con esto podría justificarse dicha escena.Cuando decía que agradecía que la película estuviera alejada de lo hollywoodiense, me refería sobre todo al guión, y en concreto al personaje de la madre. Aquí ninguna superestrella famosa es la actriz protagonista, por lo que no hace falta hacerle concesiones para ensalzarla. De hecho, hablamos de un personaje que comete errores, unos cuantos, pero lejos de parecerme esto un error, lo veo como un acierto. Acierto porque humaniza al personaje y hace que el espectador pueda empatizar ante con este personaje que se equivoca, que con una heroína que hace frente a los problemas sin despeinarse. Eso sí, consejo personal: si huyes de alguien o quieres alejarte por lo que sea, olvídate del móvil. Si no quieres ser localizado, no se lo pongas fácil...Otro hecho que ayuda a que el espectador conecte con el relato (que a fin de cuentas este tipo de historias es lo que pretende, involucrar al espectador en semejante historia para, posteriormente, pueda debatir en su cabeza y concienciarse) es esa fotografía cerrada, esos planos cerrados que oprimen al personaje, que causan inestabilidad. Son fiel reflejo de la angustia que les aflora y de la que deben liberarse.
Muy interesante también son dos hechos que denotan el buen trabajo del director. Uno es la voluntad de no mostrar físicamente al marido, al maltratador. Solamente en una escena le vemos salir de un ascensor, pero no su rostro. Esto es importante porque no pone rostro al problema, lo internacionaliza. Cada uno ya se la pone en su cabeza. Incluso sirve para abrir la temática hacia algo más genérico. Un thriller del ratón y gato, perseguidor y perseguidos, independientemente del maltrato. La película en general tiene bastante tensión, pero el culmen llega en la mencionada escena del ascensor. Los latidos del corazón ahí se aceleran. Y también en dicha escena somos partícipes del otro hecho que hace de Refugiado una película dignísima, que no es otra que su trabajo con los sonidos en directo como base para crear tensión en sí misma, como si de una banda sonora fuese. Hay otra escena en la película donde este recurso incluso destaca más, que sería cuando huyen en coche y se paran frente a un paso de tren. Aquí, simplemente con el sonido que avisa la llegada del tren y el tono de un móvil, se consigue crear un clima adrenalítico y angustioso.Pequeños detalles que destacan a la película por encima de la media.
7/10