Reflexión en tiempos de Navidad …y una meta: Enseñar a los niños, desde el primer día, el valor de las pequeñas cosas, la importancia de los pequeños detalles y el placer de dar tanto como el de recibir…
Me ha supuesto un esfuerzo grande dar calidad en vez de cantidad; no comprar todas esas cosas anunciadas y expuestas que sé que les encantarían a mis hijos y que a mí también me parecen buenísimos en términos educativos, estéticos, etc – pero pienso que vale la pena… por mis hijos y, por supuesto, por nuestro planeta.
…y hay tiempo para todo!
Creo que es muy importante que los niños tengan la oportunidad de desear, tiempo para esperar y espacio para imaginar.
Tenemos solo una oportunidad para dar a nuestros hijos un regalo infinitamente valioso que disfrutarán el resto de su vida – LA ILUSIÓN.