Ser creativo es mucho más que pintar y hacer manualidades – yo creo que es, sobre todo, buscar y encontrar soluciones. Soluciones en la vida en general; en la casa, en el trabajo, en relaciones,… Soluciones a rotos, a ocupación, a necesidades materiales, a organización, a soledad,…
La creatividad ayuda a siempre ver una puerta abierta.
La manera de regalar la virtud de la creatividad a nuestros hijos es justo lo contrario a los mil y un juguetes terminados y de la constante compañía y eterna actividad.
Darles herramientas para crear puede ser por ejemplo clavos martillo, plastelina, palos, piedras,… pero sobre todo tiempo.
Hoy en día está tan de moda el “slow life” para los adultos pero – ¿y para los niños?
Regálales tiempo para “aburrirse” – para estar a solas. Regálales tiempo para necesitar crear.
Regálales tiempo para aprender a disfrutar de crear – de ser creativos – de encontrarse las puertas abiertas.