'Regalo teclado de ordenador-incluyo bacterias'. Los teclados de los ordenadores son un gran foco de bacterias

Dentro de las editoriales que una vez a la semana tengo pensado dedicar al Top 10 de los artículos con gérmenes, hoy me gustaría hablarles de algo por todos utilizado y curiosamente, pocas veces higienizado. Gracias a la web www.bitacoras.com, hoy nuestro bacterio-artículo es: El teclado del ordenador.

Así es, el artículo estrella de nuestro pc junto al ratón que lo acompaña tiene la característica, como indica el blog bitácoras, de ser poseedor de un sinfín de bacterias y gérmenes. Y me atrevería a decir que algunos incluso sin llegar a estar catalogados. Al parecer, nuestro teclado puede contener por centímetro cuadrado más de 30 mil bacterias. Dicho así, seguro que ahora mismo el respectivo elemento informático no está recibiendo una mirada de agrado.

Pero es normal que esto ocurra, no sé de qué se quejan. El teclado de sus ordenadores no tiene la culpa de que seamos nosotros los que apenas nos lavemos las manos cuando lo utilizamos. Incluso algunos, que compaginan alimentación con trabajo u ocio informático, tienen más probabilidad de aumentar la residencia bacteriana de sus teclados. Porque sepan que una simple miga de pan podría alimentar a esos 30 mil bichitos durante décadas.

En mi caso la cosa se ha agravado tanto que por culpa de comer encima del teclado de mi ordenador este ya no responde a mis órdenes. Es más, me he dado cuenta de que las bacterias y los gérmenes se han apropiado de tal forma del instrumento, que el otro día revisando el correo vi en los elementos enviados un mail que no había sido escrito por mí y que decía así:

“Ya somos 60 mil, únete a nuestra colonia por un precio módico. Aún quedan libres las teclas ‘J’, ‘H’ y ‘Z’. Aprovecha esta ocasión. Más información en: bacterialinda69@gmail.com“. Así que estimados amigos, si no quieren que los bichitos se adueñen del teclado de su ordenador, lávense las manos y no coman encima de él. O hagan algo más difícil; pásenle un trapo de vez en cuando.

Esta es la crónica habitual, de un día como otro cualquiera…

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