Regalos de comunión para esta primavera (y recuerdos de las comuniones pasadas)

Hace mil años que no voy a una comunión. Exactamente desde la mía y tenía 8 años, así que ha llovido un poco. Recuerdo muchos de los regalos que recibí entonces (y fueron bastantes, ya que mi familia materna es muy numerosa y la paterna, más reducida, pero muy espléndida). Recuerdo que, entre los regalos que recibí, había una Nancy vestida de Primera Comunión, un reloj, una pluma, un diario y una una cámara de fotos , la primera que tuve y que despertó en mí una afición que me ha acompañado ya toda la vida. La recuerdo perfectamente: era Kodak Afgamatic Pocket, muy fácil de utilizar. El diario y la pluma fueron los otros regalos estrella, ya que con ellos empecé a escribir de forma asidua desde aquella misma noche y, aunque nunca he sido muy constante para los diarios, aquí estamos a día de hoy: escribiendo un blog, que es la versión moderna y pública de aquellos cuadernos con candado . También me regalaron un misal de nácar (no recuerdo quién, pero seguro que alguna de mis abuelas, que eran de las de misa semanal y rosario) y un álbum de Mi Primera Comunión que me encantaba abrirlo una y otra vez porque era uno de esos libros con sonido y cada vez que lo abrías sonaba el tema principal de Love Story (aunque yo entonces no sabía que era Love Story, claro, lo descubrí años más tarde).

Dos años después le tocó el turno a mi hermano y, con esto de las diferencias entre chicos y chicas, a él no le cayeron nancys ni misales, sino una maravillosa consola de Nintendo y un par de walki-talkies, además de la consabida cámara de fotos. Sí, molaba más lo suyo, ¿verdad? Yo también lo pensaba. Por suerte, siempre se nos dio bien eso de compartir.

Vamos al lío, que me pierdo en mis propios recuerdos y no arranco nunca con este post. Como los tiempos han cambiado, supongo que si alguno aparece en la fiesta con una muñeca vestida de comunión, a mi sobrina no le hará ninguna gracia y no nos la tiraría en la cara porque es muy educada, pero ganas no le faltarían (por cierto, está a la venta una moderna Nancy Comunión, tal como he descubierto investigando para este artículo. ¡Yo creía que era un regalo del pasado!). Los tiempos han cambiado y los regalos de comunión también , así que me toca actualizarme. ¿Qué se regala en las comuniones del siglo XXI? Sé que mucha gente prefiere dar dinero, como en las bodas, pero nosotros hemos preferido hacer un regalo. Lo que pasa es que es algo complicado. ¡Pero si ya tienen de todo! Todavía no hemos comprado el regalo, pero estamos mirando posibilidades y aquí hay algunas ideas por si os encontráis en la misma situación.

Los niños del siglo XXI vienen tecnológicamente más fuertes que los años 80-90 y sus gustos están más orientados hacia las nuevas tecnologías. Este ha sido el único regalo que ha pedido mi sobrina por su comunión y ya se lo ha adjudicado una de las abuelas, así que a nosotros no nos vale. Pero si tuviera que regalar una, teniendo en cuenta que mi sobrina está a punto de cumplir los 10 años (los cumple unos días antes de la comunión) optaría por ya por una Tablet normal, en vez de una infantil, ya que creo que le sacará mejor partido. La Kindle Fire de Amazon

me parece una opción estupenda, con una pantalla de 7", una memoria de 8 GB ycon la opción de insertar una micro SD de hasta 128 GB. Tiene una pantalla fantástica para ver vídeo y se pueden descargar juegos y aplicaciones educativas. Incluye un amplio catálogo de juegos y se puede instalar control parental.

Los tiempos han cambiado, pero no tanto. Sí, las cámaras ahora son digitales, no hace falta gastarse una pasta en carretes y revelados (¡entonces había que pensárselo muy bien antes de hacer una foto!) y hasta pueden sumergirse en el agua. Pero la magia sigue siendo la misma: capturar el momento. Además, una cámara es un artilugio de adultos, lo que resulta aún más fascinante para los niños. La cámara de ItsImagical

(de Imaginarium) cuenta con editor de fotografía para dar divertidos efectos a las fotos, modo vídeo y juegos.

Por casa pasaron diferentes consolas, pero mi hermano y yo aún recordamos aquella Nintendo en la que invertimos miles de horas jugando al Super Mario Bros. Las consolas han evolucionado mucho desde entonces, pero siguen siendo el regalo más preciado. La PlayStation 4

es la consola más vendida, con gran diferencia con respecto al resto. Si ya tienen consola, otra buena opción es comprar algún juego.

Hay clásicos que no fallan, como el reloj. Al igual que los regalos anteriores, el reloj es un símbolo que hace sentir a los pequeños que se están haciendo mayores. Hay tal diversidad de modelos y precios que es un regalo que puede adaptarse a los distintos gustos y bolsillos. Perosnalmente, soy bastante clásica en materia de relojes de pulsera, así que prefiero modelos convencionales, de líneas sencillas y sin excesos ornamentales. Pero esto, claro, es cuestión de gustos y hay que atender, sobre todo, al gusto del niño, que es quien va a lucirlo.

En mis tiempos eran típicos los pendientes de perlitas y las esclavas de oro con el nombre y la fecha de la comunión grabadas. A mí no me cayeron, aunque muchas de mis amigas sí los recibieron. Al igual que en el caso del reloj, ahora hay modelos y precios para todos los gustos y economías. Tan sólo hay que tener en cuenta las preferencias de la protagonista del día.

¡Pues no nos diferenciamos tanto! El diario sigue siendo uno de los típicos regalos de comunión. Claro que ahora viene en electrónico, pero el proceso es el mismo. Aún así, llamadme nostálgica, pero sigo prefiriendo el de papel y si optara por este regalo, seguramente escogería uno clásico. Es una buena herramienta para que los niños den rienda suelta a sus emociones, tengan un espacio en el que expresarse y les sirva para hacer un ejercicio de reflexión sobre las cosas que les pasan, al tiempo que trabajan la redacción de textos.

Bicicleta, patines, patinete, monopatín...

Hay regalos que no pasan de moda. Los vehículos sobre ruedas proporcionan un ocio saludable al aire libre y los usarán durante mucho tiempo. Hay una amplia variedad entre los que elegir. Si el niño vive en localidades marítimas (o veranea en la playa(, otra opción puede ser una tabla de surf. No tiene ruedas, pero es un deporte que cada vez tiene más auge y a los pequeños les encantará dar sus primeros pasos entre las olas.

Scalextric

Este regalo lo incluyo porque a mi marido le encanta. No hay juguetería en la que entremos, que no vaya directo a mirar los distintos modelos. Es el regalo perfecto para muchos niños y niñas, que disfrutarán mucho con él... y los padres también.

Cofre de experiencias

Un regalo original es un cofre de experiencias con actividades pensadas para hacer con niños. Los hay con muchas y muy variadas propuestas: escapadas familiares a la naturaleza, avistamientos de ballenas, clases de cocina, paseos en barco pirata, iniciación a la escalada, visita a parques temáticos, ruta en quads, talleres de música o actividades en una granja son algunas de las numerosas propuestas de estos packs dirigidos al ocio familiar.

Pues estas son algunas opciones para regalar a los niños que hacen la comunión. Como podemos ver, no hay tantas diferencias entre los regalos de entonces y los de ahora, aunque todo sea ahora más avanzado. ¿Recordáis que os regalaron a vosotros en vuestra comunión? ¿Qué otros regalos se os ocurren? ¡Estoy abierta a sugerencias!