Cada año, desde hace un tiempo, le temo a mi cumpleaños. El año pasado tuve a mi madre ingresada ese fin de semana por una operación por un tumor en la vejiga que resultó ser benigno después de analizarlo, pero del susto no nos libramos. El anterior, mi padre en otra similar, también en el hospital por otro susto. Este año, a título personal, no ha habido nada y ambos han estado tranquilitos... pero ha coincidido en mitad de la pandemia mundial y confinamiento, así que tampoco estaba el horno para bollos. De todos modos, a pesar de la situación y gracias a que ya se empezaba a abrir tras la desescalada, han hecho el esfuerzo de conseguirme los siguientes regalos.
El Final Fantasy VII Remake que ya mucha gente incluso se ha pasado completo. Yo aún tardaré un poco, que estoy terminando otro de la saga y ya tengo la reseña para salir próximamente. Además, algo de dinero, unas pulseras hechas a mano y un peluche de un perrete con camiseta 💖Y, en fin, que eso es todo. Espero que el año que viene al fin tenga un cumpleaños normal porque menuda racha.