Cuando regalamos algo a alguien pretendemos sorprenderle, emocionarle, alegrarle... en definitiva, causar un efecto positivo en esa persona. Por eso, uno de los regalos que os recomiendo para estas navidades está vinculado con la gastronomía.
Comer, además de calmar nuestras necesidades fisiológicas, nos permite estimular al menos tres de nuestros únicos sentidos; vista, olfato y gusto. Los productos gourmet nos brindan todo un conjunto de experiencias sensoriales.
Alimentos como el chocolate o el té son capaces de estimular amplias áreas de nuestro cerebro, brindarnos pequeños momentos de felicidad y placer y deleitar a los paladares más exigentes. Por eso en ocasiones especiales o fechas señaladas suelo recurrir a tiendas especializadas como mistelánea, donde podemos encontrar una amplia gama de chocolates de sabores y tés procedentes de todos los puntos del planeta.Siempre digo que cuando entro en mistelánea siento que recorro de un sólo vistazo buena parte del globo terráqueo, porque allí se concentran en pequeñas latas algunos de los sabores más característicos de las distintas culturas gastronómicas del mundo. El té de cookies danesas me traslada a Dinamarca, el chai azteca a México y el té memorias de África al continente africano.En los últimos años el té ha estado presente en los momentos más reconfortantes que he vivido. Su preparación y degustación se ha convertido en una rutina más que he incorporado a mi día a día, un ritual que disfruto. Por eso me gusta regalar tés especiales, pero también chocolates...Puede que el chocolate no sea el alimento más saludable, aunque el chocolate negro sí tiene numerosas propiedades antioxidantes, pero su consumo moderado está totalmente recomendado. El chocolate negro con yogur y fresa, el chocolate con leche con frambuesa y el blanco con mora son algunos de los sabores que en mis incursiones a la tienda de Mistelánea en el centro comercial me han conquistado. Espero haberos dado alguna idea!