Revista Baloncesto
A estas alturas no vamos a negar que Don Nelson forma parte de la grandeza de la NBA. Sin embargo, desde el terrific trio de los Warriors (Hardaway, Richmond, Mullin) y la revolución del I Belive ante los Mavericks hace tres temporadas, el prestigio de Nellie había quedado en entredicho. Sobre todo porque la fórmula del ataque sin control de los Warriors no acaba de funcionar y porque algunos de sus grandes perlas, como Anthony Randolph (lesionado todavía) dan la sensación de que serían mucho mejores en otros equipos.
Aún así, cabe reconocer que de vez en cuando consigue sorprender gratamente cuando rescata a algún jugador del anonimato y le trasforma en "estrella" aunque sea por unos pocos partidos. Lo hizo con Kelenna Azubuike, aunque este provenía de una universidad con pedigree como Kentucky y poco despúes lo ha hecho con CJ Watson o Anthony Morrow. Éste último ya se ha convertido en uno de los grandes artilleros de la NBA. Incluso tuvo que ver, y mucho, con el despegue de Monta Ellis en su año sophomore.
Ahora le ha tocado el turno a Reggie Williams. La plaga de lesiones que sacude a la franquicia del Estado Dorado obliga en muchas ocasiones a buscar soluciones donde pocos lo hacen. Williams acabó su año senior en Virginia Military con una media de 27.8 puntos por partido. Un año antes, su promedio fue de 28.1 y nunca ha bajado de los 15 de media. Estamos, pues, ante un anotador compulsivo pero también un gran reboteador (9.6 en su año senior). Es pues un alero bajo, correcaminos que le va como anillo al dedo al modus operandi de los Warriors.
Llega de la D-League -cómo no-, de los Sioux Falls Skyforce, donde promediaba 26.4 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias por encuentro. Ante los Hornets, en su quinto partido como Warrior, se fue hasta los 28 puntos, 6 asistencias, 2 robos y 1 tapón.
Tal vez no logre anotar tanto o tenga que dejar el roster cuando vuelvan los lesionados pero su ejemplo confirma que Nelson tiene una especial debilidad para sacar petróleo de los pequeños. Eso sí, de Nellie dependerá el que Williams pueda conseguir un estatus como un correcto jugador NBA. Ya sabemos también que tiene la misma facilidad para subir a un jugador que para desterrarlo al ostracismo.