
El gabinete de PsicoAbreu y sus psicólogos en Málaga, Antequera y Ronda proponen una serie de supuestos para reflexionar sobre la solución de problemas.
Supongamos que soy el encargado de un gran restaurante con 40 camareros a mi cargo. Mi jornada laboral es de 10:00 a 18:00.
Comienzo mi trabajo.. y a los 5 minutos llega un primer camarero que me pregunta:
– Jefe, ¿No hay vino?
– Vale… mira en la Bodega…
A los 5 minutos llega otro camarero…
– Jefe, no hay cubiertos…
– Mmmm, Mira en el Lavavajillas….
A las 4 horas… y tras numerosas consultas, dudas y “Problemas planteados”, otro camarero me consulta…
– Jefe, no hay manteles…
– Manteles.. Manteles.. Mmmmm , a ver.. Mmmmm, Mira en el coche…
– ¿En el coche?
– En el coche… Nooo!!!! Joé… que pareces tonto… en el Almacén…
Pensar cansa… El recibir problemas a resolver provoca gran desgaste cognitivo… “pensar cansa”. Además, debido a este cansancio es muy probable que me equivoque… lo que llevará a un malestar emocional que provoque una respuesta “borde”.
¿Y cuando lleve 7 horas trabajando? ¿Cómo estaré?
¿Y cuando llegue a casa?… – “No me cuentes problemas…”
En el supuesto anterior…, encargado de un gran restaurante con 40 camareros a mi cargo y con una jornada laboral de 10:00 a 18:00…:
Comienzo mi trabajo.. y a los 5 minutos llega un primer camarero que me pregunta:
– Jefe, ¿No hay vino? ¿Miro en la bodega?
– Vale, mira en la Bodega…
A los 5 minutos llega otro camarero…
– Jefe, no hay cubiertos… ¿Miro en el lavavajillas?
– Ok, Mira en el Lavavajillas….
En estas dos ocasiones, la persona que me plantea un problema, lo acompaña de una posible solución, por lo que no tengo que plantearme el problema sino que únicamente tengo que validar la alternativa propuesta
El desgaste cognitivo es mínimo.
A las 4 horas… y tras numerosas consultas, dudas y “Problemas planteados”, otro camarero me consulta…
– Jefe, no hay manteles… ¿Miro en la cocina?
– No, en la cocina no… Mira en el Almacén.
A diferencia del supuesto anterior, No tengo un gran desgaste cognitivo (y por lo tanto, tampoco emocional), Sólo tengo que “darle vueltas” a la solución propuesta, no al problema planteado, por lo que fácilmente encuentro la solución lógica (“manteles en el almacén, es ilógico encontrarlos en la cocina”). No estoy cansado “de tanto pensar”.
Cuando lleve 7 horas trabajando, cognitivamente me encontraré bien. Y…, cuando llegue a casa, no me encontaré “quemado”.
Supongamos que soy el dueño de una gran autopista de 5 carriles y quiero realizar una gran obra que requiere cortar por completo un tramo de ésta desviando el tráfico por un desvío alternativo.
No es lo mismo posicionarme en el carril izquierdo de la circulación y detener por completo a un vehículo que circula por él (por ejemplo a 120 kms/h), y una vez detenido, informarle de que tiene que tomar una ruta alternativa……………… que directamente ir guiándole con señales informativas (conos, paneles…) del desvío (lo que no requerirá variar la velocidad de su marcha).
Visto esto, veremos Supuestos a tener en cuenta:
1º Exponer Problemas
2º Recibir Problemas
3º Problemas de la Vida
1º Exponer Problemas
Como hemos visto en los supuestos anteriores y en Expresión de Quejas, a la hora de Exponer un Problema o una queja, debo acompañarla de una posible solución, aunque parezca absurda…
De esta manera minimizo la posibilidad de que el receptor de ésta responda con frustración, malestar, despotismo… Demuestro que he intentado solucionarlo antes de exponerlo, pero no consigo alcanzar la solución deseada… Por lo que espero que la persona a la que le consulto, sólo tenga que validar (o dar alternativa a) mi solución propuesta… no replantearse el problema por completo.
2º Recibir Problemas
Imaginemos una clase de un centro escolar, instituto, universidad… en la que se plantean preguntas al profesor…
– de forma impulsiva: “sin esperar a que termine la explicación, sin haber atendido a la explicación anterior…
– Para pillar al profesor: Confeccionar una pregunta que deje en evidencia al profesor.
– Perder el tiempo: Plantear preguntar con el fin de no avanzar en la materia.
– Reconocimiento: hacer preguntas para que el profesar reconozca la atención y esmero del alumno.
– Duda real: Preguntar una duda sobre lo que ha explicado…
– …………..
Al final de la clase… después de tantas preguntas (problemas) planteados y resueltos… el profesor acaba agotado de tantas soluciones buscadas (sino ocurre antes de finalizar la clase y, afectándole al área emocional, responde borde a las últimas consultas realizadas por los alumnos).
Planteando desde el inicio de curso lo siguiente: “Durante el curso de la asignatura, sólo responderé aquellas preguntas que vengan acompañadas de una posible solución” el número de preguntas se reduce muy considerablemente…
Los que preguntan por preguntar, de forma impulsiva, etc. dejan de preguntar…. y los que plantean una duda real… en su mayoría, acaban encontrando la respuesta correcta buscando la alternativa que deben incluir en su pregunta, por lo que ya no es necesario exponerla, o el profesor sólo tendría que validarla, por lo que, el desgaste cognitivo del profesor es mínimo.
Imaginemos un proceso de Selección de Personal en el que se esté demandando una plaza de gran responsabilidad, liderazgo…. Para evitar tener que pasar un test a cada uno de ellos sobre aptitudes, competencias.. (Psicotecnia)… (que requiere tiempo para corregirlo, realizar informes.. etc…), es mejor una breve entrevista personal que nos elimina a un alto porcentaje de candidatos en la cual se va a medir su capacidad resolutiva…
En ésta, se le plantea un “breve problema” que, para su resolución, serían necesarios más datos que ellos no conocen. Por ejemplo:
Sale un tren desde Málaga a 100 Kms/h con destino a Barcelona a velocidad constante todo el viaje. A la misma hora, sale un tren desde Barcelona con destino a Málaga a 100 kms/h a velocidad constante. ¿Dónde se cruzarán.
Aquellos que responden… “Pero… ¿Es el Talgo o el Ave?”… se van a su casa (Nota: ¿Qué más da si van a 100 kms/h a velocidad constante?
Aquellos que responden: “Faltan datos… no es posible saberlo…” Se van a su casa. Ante un problema.. se plantean otro problema.
Aquellos que responden: “Yo creo que a la altura de “X ciudad”, aunque se necesitarían más datos para saberlo con exactitud…” pasan al test psicotécnico y continúan con el proceso de Selección.
Estamos hablando de una persona que debe dirigir a otras, por lo que no queremos que ante problemas, esté constantemente llamando al “superior” consultando si es correcta o no su decisión.
La capacidad resolutiva, de decisión, de riesgo… es muy importante y necesaria.
A la hora de recibir un problema… es comprensible que, pedir a todos nuestros conocidos que… cuando vengan con un problema lo acompañen de una solución, sea visto como algo extraño y difícil de cumplir (más aún si somos personas que solemos ser el centro de resolución de problemas) recordemos que tenemos la opción de que nos valoren por lo que hacemos (ofrecer detalles, solucionar problemas… que se acaba convirtiendo en nuestra obligación o… por como somos
[que es lo ideal).
Para facilitar el proceso de aquellas personas cercanas a que no nos invadan con sus problemas, lo ideal es hacerlas llegar a la solución (Como el Teniente Colombo),… No queremos que nos quieran por lo que hacemos sino por como somos…
Por ejemplo… imaginemos que nos llega nuestra pareja (Indiferente: chico o chica) exponiéndonos: “se ha roto la lavadora” (realmente es que está desenchufada).
Espera que nosotros (expectativas para nosotros) nos acerquemos a ésta como si fuéramos técnicos especialistas de esa marca de lavadoras para repararla. Llegamos ante este “problema” planteándonos qué le pasa dedicando tiempo y esfuerzo (también cognitivo) para repararla.
Lo ideal es “enseñarle” que es tan válido/a como nosotros para resolverlo, es decir…:
– Yo no soy técnico de Lavadoras. ¿Qué le pasa?
– No sé. Le he dado al botón de encenderse y no funciona.
– Vale. Vamos los dos a ver que le pasa.
(Observo que el cable está desenchufado, pero… NO se lo digo). (Teniente Colombo)
– Ah jaaaa.. veamos a ver que le pasa.. mira tú por detrás y yo miraré por delante….
– Ok… Ahhh, espera… que no está enchufada….
– Bien!!! Lo has resuelto!!!!
De esta manera… varias veces más… llega el momento de que, antes de “proponerme el problema”, trata de buscar todas sus soluciones posibles (por lo que es probable de que llegue a la solución por si mismo/a o al menos me facilite (tras conocer lo realizado por mi pareja) las posibles soluciones minimizando mi desgaste cognitivo).
3º Problemas de la Vida
Por definición:
Problema: Asunto delicado, difícil, que puede admitir varias soluciones.
Ante un problema… Sólo una o varias soluciones. Un Problema sin solución.. No es un problema.
Por lo tanto, cuando nos encontramos con un problema en nuestra vida, sólo debemos pensar en posibles soluciones y no quedarnos “enganchados” en el problema en sí, algo habitual y que provoca altos niveles de ansiedad, depresión… etc…
Ante un problema que no parece tener solución, debemos dejarlo de lado y seguir hacia delante.
Recordemos.. que… ¿Qué es lo peor que te puede pasar? ¡NO HAY NADA QUE SEA LO PEOR!
Recordemos que el Inconsciente es más rápido y eficaz que un ordenador de los mejores del mundo. Veamos un ejemplo de alguien que entrenaba a su Inconsciente a que, ante un problema… Más problemas… (poniéndose en lo peor)…
Ejemplo: Un chico fue a comprar tabaco. Aparcó la moto junto a un estanco. La dejó en marcha ya que no había nadie salvo el dependiente. Entró rápido, compró su tabaco y al salir… la moto no estaba donde la dejó. Inmediatamente llamó a distintos cuerpos de seguridad denunciando que le habían robado la moto y entró al estanco “llorándole” al dependiente que le habían sustraído la moto y que su jefe le iba a echar una bronca por llegar tarde.
20 minutos más tarde, aparece en el carril contrario del estanco un vehículo de la Policía Local. Hace uso de sus señales acústicas para llamar la atención el propietario de la moto y el conductor le comunica que ha sido infructuosa la búsqueda. Que se dirija a comisaría a denunciar el robo. En ese momento, el agente acompañante, se percata de que la moto se encuentra aparcada en la acera de enfrente de donde fue denunciada su desaparición.
Resultó que el chico llegó al estanco y aparcó la moto junto a éste. Al percatarse que junto a esta había un camión con el motor en marcha pensó que si la dejaba junto a él, al tratar de salir de la plaza de aparcamiento, golpearía su vehículo de dos ruedas, por lo que decidió aparcarla enfrente.
Es lógico que al aparcar un vehículo en una plaza de Parking, cambiarlo de sitio porque pensemos que ahí es peligroso dejarlo… lo cambie de sitio, … y al volver del centro de compras… vaya al sitio inicial donde lo dejé.
Lo relevante es que lo primero que me venga es “lo peor” (me lo han robado).
Lo lógico es que, al salir del estanco y no ver la moto, sólo hubiera pensado en soluciones positivas alternativas.
Lo lógico hubiera sido haber preguntado al señor que vendía lotería en la puerta del estanco. Lo normal es que se hubiera percatado de que aparqué en frente. Y si no fuera así, al menos indicarme la descripción de quien me robó la moto y hacia dónde se fue.
Personas con tendencias a ponerse en lo peor y que, ante un problema se plantean más problemas o se “enganchan” al problema no son eficaces.
Por ejemplo… supongamos que estamos en un laberinto, y llegamos a dos posibles caminos…
– Un prado verde de día con flores, mariposas…
– Una llanura oscura, en la que se aprecian animales peligrosos, bichos, arenas movedizas…….
Las personas con tendencia a lo peor elegirán el camino sombrío pensando que poniéndose en lo peor “nada” les puede pasar. atravesando “malos ratos”
Las personas que piensan lo contrario, optarán por el camino del prado verde y, si se encuentran con algo negativo, lo solucionarán cuando llegue (y si realmente llega) y nunca antes. Estas personas suelen tener éxito en diferentes campos de su vida.
La idea es entrenar el cerebro a posibles soluciones siempre.. no que.. ante un problema.. Surgen más problemas..
