Regla dolorosa, 39 días de baja al año. Otro incentivo para el empresario

84 días de baja sin necesidad de justificación al año. ¿Bueno, o malo para la mujer?

Lo de la regla dolorosa ya lo tienen contemplado en otros países y ahora lo están estudiando en Italia. Pronto llegará la tendencia a España aunque, curiosamente, las feministas no están muy a favor de tal circunstancia porque piensan (y creo que no les falta razón esta vez) que eso puede perjudicarlas laboralmente.

¿En qué consistiría la medida laboral para la regla dolorosa (dismenorrea)?

En primer lugar hay que tener en cuenta que no hay diagnóstico para la regla dolorosa. A unas les duele y a otras no (eso es una realidad indiscutible), pero nunca sabremos a quién le duele de verdad. El empresario tampoco tiene derecho a conocer cuándo sus empleadas tienen la regla y cuando no porque eso sería entrometerse en asuntos privados, ni si estas son absolutamente regulares (cada 28 días) o un tanto aleatorias. Lo que se plantea es una baja de tres días por cada regla dolorosa basándose en la palabra de la empleada. Si tenemos en cuenta que una mujer sin trastornos menstruales tiene o sufre trece reglas al año, estaríamos hablando de 39 días de baja anuales sin necesidad de justificante alguno. No parece precisamente un aliciente para que el empresario contrate mujeres en edad fértil. ¿No sería mejor que caso por caso se analizara la cuestión y que quien tenga que coger una baja en un momento dado lo hiciera por prescripción facultativa?

Mucho se habla de igualdad cuando realmente no somos tan iguales como nos quieren hacer creer.

Por lo visto Indonesia, Corea del Sur y Japón tienen establecidas estas bajas de tres días. Con Italia entraría la tendencia en Europa y muy pronto acabaría implantándose en España. ¿Es adecuado, conveniente, necesario…? Son preguntas que dejo en el aire, sin prejuzgar a nadie.

Quizá el siguiente paso para equilibrar la igualdad de género sea establecer una baja coincidente de tres días para los hombres igual que ocurre con los asuntos de maternidad. Si la tendencia es a que cada vez se necesiten menos trabajadores, puede que esa tendencia no fuera tan absurda. El problema es que siempre acaba pagándolo el empresario, y eso no está bien.

Ramón Cerdá