Revista Salud y Bienestar
Una vez que en nuestro contador de visitas a nuestro blog vimos el número 500,000, pensamos que era un buen momento para despedirnos. Nos sentíamos extremadamente afortunados por la inesperada acogida que tuvo nuestro blog. Y nunca dejaremos de agradecer a todas las personas que nos honraron con una o más visitas a este humilde medio, cuyo único objetivo era difundir las bondades de la anestesiología como especialidad médica y el gran valor de la labor del anestesiólogo dentro y fuera de sala de operaciones.
Para nuestro beneplácito, a pesar del post donde se indicaba que el blog no publicaría más artículos, las visitas no dejaban de aumentar. Es una maravillosa experiencia el ser blogger y mucho más maravilloso todavía el que sentir que lo que uno humildemente escribe sea del gusto del respetable público.
Pero ser blogger tiene también sus problemas.
Este blogger estuvo en Afganistán trabajando como anestesiólogo los meses de julio y agosto del 2011, contratado por la ONG de ayuda humanitaria internacional Médicos Sin Fronteras (MSF). Fue una experiencia inolvidable y, como es mi derecho, decidí contarla a través del blog, "Un anestesiólogo peruano en Afganistán".
Durante la estadía en Afganistán uno vive todo tipo de situaciones extremas, buenas y malas. Y alguna de esas situaciones malas fueron, a mi entender, causadas por garrafales errores del personal administrativo de MSF, tanto en Bruselas como en Kabul.
Y el narrar la experiencia tal como ocurrió, sólo la pura verdad, con sus sostenidos y bemoles, no ha sido del agrado de MSF, que nos ha amenazado con demandarnos judicialmente en caso no se cierre el blog.
Entonces estamos de regreso. Para seguir escribiendo acerca de esta maravillosa especialidad que es la anestesiología y para defenderme de una eventual e injusta demanda judicial por la simple razón de decir la verdad.
Una verdad que no le gusta a Médicos Sin Fronteras. institución que debería tomar en cuenta críticas constructivas en lugar de atacar a quienes, con la mejor intención, denuncia el mal proceder de algunos de sus funcionarios que perjudica una plena entrega de ayuda humanitaria en anestesiología a gente necesitada.
Muchas gracias.
Una vez que en nuestro contador de visitas a nuestro blog vimos el número 500,000, pensamos que era un buen momento para despedirnos. Nos sentíamos extremadamente afortunados por la inesperada acogida que tuvo nuestro blog. Y nunca dejaremos de agradecer a todas las personas que nos honraron con una o más visitas a este humilde medio, cuyo único objetivo era difundir las bondades de la anestesiología como especialidad médica y el gran valor de la labor del anestesiólogo dentro y fuera de sala de operaciones.
Para nuestro beneplácito, a pesar del post donde se indicaba que el blog no publicaría más artículos, las visitas no dejaban de aumentar. Es una maravillosa experiencia el ser blogger y mucho más maravilloso todavía el que sentir que lo que uno humildemente escribe sea del gusto del respetable público.
Pero ser blogger tiene también sus problemas.
Este blogger estuvo en Afganistán trabajando como anestesiólogo los meses de julio y agosto del 2011, contratado por la ONG de ayuda humanitaria internacional Médicos Sin Fronteras (MSF). Fue una experiencia inolvidable y, como es mi derecho, decidí contarla a través del blog, "Un anestesiólogo peruano en Afganistán".
Durante la estadía en Afganistán uno vive todo tipo de situaciones extremas, buenas y malas. Y alguna de esas situaciones malas fueron, a mi entender, causadas por garrafales errores del personal administrativo de MSF, tanto en Bruselas como en Kabul.
Y el narrar la experiencia tal como ocurrió, sólo la pura verdad, con sus sostenidos y bemoles, no ha sido del agrado de MSF, que nos ha amenazado con demandarnos judicialmente en caso no se cierre el blog.
Entonces estamos de regreso. Para seguir escribiendo acerca de esta maravillosa especialidad que es la anestesiología y para defenderme de una eventual e injusta demanda judicial por la simple razón de decir la verdad.
Una verdad que no le gusta a Médicos Sin Fronteras. institución que debería tomar en cuenta críticas constructivas en lugar de atacar a quienes, con la mejor intención, denuncia el mal proceder de algunos de sus funcionarios que perjudica una plena entrega de ayuda humanitaria en anestesiología a gente necesitada.
Muchas gracias.
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