Se ha perdido tu aroma en mis cabellos y mi voz quedó muda entre tus risas.
Tu regreso a Itaca, mi obsesión. Y mis lecturas.., tus ojos.
Tu viaje, mi destino. Entre luces y sombras persigo.,
el íntimo rastro perdurable, que agita mi memoria.
¿Cómo soportar tu cruel ausencia, con clemencia de Diosa?...