No, éste no es el título de una película china de arte y ensayo o artes marciales... Os hablé del Wu wei en un post anterior y ayer regresó de nuevo a mi, aunque creo que las sincronicidades que experimenté son el resultado de algo que ya lleva un tiempo cociéndose...
Ayer fue un día estupendo, de cabo a rabo. Disfruté y me mantuve presente en todo momento, cosa que poco a poco estoy logrando hacer. No he conseguido practicar de manera sistemática la meditación, aunque "por casualidad" comencé a leer algo sobre Mindfulness y encontré el blog y el libro de Laura Green, 31 days for Mindfulness Change, que me dio la pauta para integrar la meditación en la vida cotidiana. Podeis descargaros gratuítamente éste y otros de sus libros en éste enlace:
Como en alguna ocasión he comentado, para mi la espiritualidad más auténtica es aquella vivida en medio del ajetreo diario... No puedo concebir de otra manera el vivir conscientemente, plenamente el instante y el ser que yo soy, y todo lo que es. Ésta es una definición -aproximada- de lo que para mi es vivir espiritualmente.
Ayer, como os decía, viví un día perfecto de principio a fin. Desayuné con Daniel y Èlia en la agradable Avenida Gaudí de Barcelona, frente a la Sagrada Família. Un día soleado, cálido en Barcelona. Fue un momento de sábado relajado y alegre. Después me reencontré con mis padres en Mataró y disfruté al máximo de su compañía, agradeciendo poder compartir momentos íntimos con ellos. Y a lo largo del día viví una serie de sincronicidades "hilvanadas" que finalmente desembocó en algo en apariencia banal pero para mí lleno de significado (éste es el sentido original de las sincronidades, al fin y al cabo, un suceso significativo y personal).
Por la tarde estuvimos haciendo algunas compras en un centro comercial de Barcelona. Las compras fueron increíblemente buenas, conseguimos buenas oportunidades y apañamos para el carnaval de la pequeña con todos los detalles. Finalmente, no sabíamos si regresar a casa o quedarnos a cenar allí mismo... Dejamos que Èlia decidiera, pues pensamos que quizás estaba cansada. Estábamos delante de una tienda de Rituals, una marca de productos para baño... Allí, Èlia nos dijo que quería quedarse a cenar, así que miré hacia el escaparate y pensé que en aquella tienda podría encontrar una última compra: unas bolas de baño espumosas (Èlia se ha aficionado a los baños espumosos...y a mi también me gustan, para qué voy a decir otra cosa! ;-) ) Lo que la dependienta me ofreció fue un gel espumoso ayurvédico relajante de Flor de Loto Blanco y Té Verde. Cuando me enseñó el frasco no me lo pensé dos veces.
Se llamaba "Wu wei"... Así mismo, sí. Entonces me ocurrió eso que alguna vez me ha pasado, el "encendido de luces", como yo lo llamo: "capté el mensaje". Leí el frasco y bajo la transcripción del símbolo ponía "GO WITH THE FLOW" ("seguir la corriente, fluír", uno de los significados del Wu Wei)... Me sorprendí al recordar que ésta es la filosofía implícita en el TAO, sobre la cual versa el libro "A thousand names for joy", de Byron Katie, mi lectura estos días (Gracias Íciar Piera, otra vez, por la recomendación!;-) )
Después de tantos "secretos" y "leyes de la atracción" acabé un poco hastiada. Concebir que TODO lo que nos pasa es OBRA nuestra me parece, a bote pronto, un poco estresante, la verdad. Puede que en algún nivel, quizás no consciente del todo y que no podemos entender somos responsables en un tanto por ciento muy elevado (no creo en el 100% de responsabilidad... )de nuestras vivencias... Pero decirle a alguien que lo está pasando mal que lo que le ocurre "lo ha atraído" por voluntad propia es cuando menos cruel. Y bastante insensato. Y lo mismo opino de lo "bueno" que nos pasa. Por cierto, cuando adjetivo algo de bueno o malo no puedo evitar sonreír irónicamente al recordar una fábula que cuenta Paulo Coelho, basada en un cuento sufí sobre lo que es bueno o malo... ¡Todo es tan relativo!
Creo que la ley de la atracción no es incompatible, a fin de cuentas, con ésta filosofía.
Por eso las palabras de Byron Katie me están calando hondo, y también me seduce el TAO, desde hace algún tiempo. Rendirse, dejarse llevar por la corriente, aceptar que todo está bien así. Lo entendamos o no. Antes de ésta seguía la lectura de Las Llaves del Reino, de Paul Ferrini, que también sigue la estela taoísta y que me ha encantado.
Cenamos estupendamente en la terraza de un restaurante que me recordaba el de la película "Grease". Èlia se lo pasó en grande. Jugó con el agua de las fuentes delante del restaurante (el agua, otra vez, la corriente...) Y bailó con la música americana sesentera del hilo musical del local.
Regresamos a casa con el gel "Wu wei" y yo con los ánimos renovados... Durante todo el trayecto nos acompañaron en la radio en el coche canciones que considero "angélicas": "This Girl is on Fire", de Alicia Keys; "Save and Sound", de Capital Cities, "Lifting" de Lighthouse Family y ...como no, "Heaven is a place on earth", de mi querida Belinda Carlisle.
Os dejo con "Safe and Sound", para poner una mica de marcheta a esta tarde de filosofía "Wu Wei". ¡Fluyendo con la música!
I could lift you upyo puedo elevarteI could show you what you wanna seepuedo mostrarte lo que quieres verAnd take you where you wanna bey llevarte a donde quieres estar
You could be my luckPuedes ser mi suerteeven if the sky is falling downincluso si el cielo cae sobre nosotrosI know that we'll be safe and soundsé que ambos estaremos sanos y salvos
... ya os contaré qué tal el baño espumoso ;-) Un abrazo