Revista Humor
Uno abandona un lugar y cuando pasa el tiempo intenta la maniobra, la imposible maniobra del regreso.
Resulta que uno ya no es el mismo, no solo uno ya no es el mismo sino que el lugar ya no es el mismo, se ha corrido, se ha modificado, se ha degradado, se ha disfrazado se ha tergiversado o ha sido sustituido.
Uno vive sustituyéndose, el hombre que soy hoy ha sustituido al que era al que pretendo regresar. Los lugares donde yo estuve, las mujeres que ame y a las que eventualmente quisiera volver, tampoco son las mismas y han sido sustituidas por otras, así que es imposible regresar a un lugar.
Sin embargo hay una pulsión del regreso, tratar de retrasar el paso del tiempo, detener el deterioro, jamás los pedazos de una jarra que se ha caído y roto, saltan del piso a la mesa y se reconstruyen.
Tampoco ocurre encontrarse después de 50 años y volver a tener 15, nunca sucede eso.
Que tengo que ver yo con mis 60 y pico de años actuales con el muchacho que fui a mis 15, nada absolutamente nada. No se puede.
Pero se desea regresar...