No seré el primero ni el último en decirlo, pero de un tiempo a esta parte noto un gran hartazgo hacia la saturación comunicativa y social que producen las redes sociales. No las redes en sí, sino el uso masivo, agitado y desproporcionado que los humanos les estamos dando. Hemos pasado del internet de la conversación -con sus listas de blogs preferidos, sus RSS, sus congresos analógicos de cuerpo presente y sus quebraderos de cabeza tecnológicos- al internet ultrarrápido e individualista de la bronca, la banalización y el clickeo permanente. Quizá por eso regreso con fuerza a los blogs y retomo esta bitácora con más ilusión de lo que podría imaginar hace unos meses. Sé un rato largo sobre el estrés que generan las redes sociales y en mi habitual reflexión sobre cómo lograr una dieta informativa adecuada he decidido que si con algo me quedo es con Twitter, Instagram (sólo para colgar fotos) y los blogs. Definitivamente. Facebook y LinkedIn los miro de reojo para no perder contacto con compañeros y amistades y, de paso, para promocionar allí los posts que se me ocurren aquí. Pero poco más.
Twitter es una joya si escapas del ruido y del postureo, si sigues a gente que realmente te aporte. Porque esa gente te llevará a otra gente y otros contenidos que te pueden interesar. Y hete aquí que mientras le daba vueltas a este post, la red social del pajarito me ha brindado hoy un pío pío que me ha hecho esbozar una sonrisa. Un tuit que comprendo y defiendo porque pienso lo mismo desde hace bastante tiempo. Media tropa internetera escribe a destajo en timelines que todo lo devoran y todo se lo llevan sin que haya categorías o archivos donde localizar lo publicado días atrás. Escribir para que nuestras palabras se las lleve la inmediatez, el irreal tiempo real. Escribir casi para la nada.
Justo lo contrario a la magia del blog, donde tecleas reposado, con nocturnidad en mi caso, y donde todo queda perfectamente localizado, lo hayas escrito en el 2005 o el 2015. Donde actualizas y mejoras lo publicado si hace falta.
Volver a los blogs
- Javier Cañada (@javiercanada) March 27, 2019
Volver a postear actualizaciones además de artículos
Volver a crear secciones de enlaces recomendando otros blogs
Volver al los lectores de feeds (rss) para seguir a otros
Ir dejando Twitter, Linkedin, Instagram, Linkedin
Volver a poseer nuestro contenido.
El tuit en cuestión es un canto a la vuelta a los blogs, un regreso al sitio del que nunca teníamos que habernos ido. Bravo, Javier.
Actualización
Otras bitácoras están escribiendo sobre esto, aportando la conclusión de que debemos proteger nuestros contenidos y cuidar nuestros blogs. Amén.
"Le dimos a grandes corporaciones todo nuestro contenido, nuestros mensajes, pensamientos, reflexiones, el valor de nuestro conocimiento. Y comerciaron con el"
Terremoto.net
"Cuidemos nuestros blogs, son nuestro pedazo de terruño en el mar digital"
El blog de Bori