Revista Medio Ambiente

Regulación de temperatura de los reptiles

Por Mascotaplanet

Ciertamente los reptiles son unos de los animales más fascinantes para tener como mascotas. Siendo independientes y bastante inteligentes, no tienen nada que envidiar a otro animal doméstico. Pero hay una característica peculiar que debemos vigilar cuando tenemos uno en casa, y es la temperatura.

Los reptiles son poiquilotermos, es decir incapaces de regulación térmica desde mecanismos internos o lo que comúnmente llamamos de “sangre caliente”. La mayoría de los reptiles son “helio-termos” ya que toman su calor directamente del sol, lo que ha producido en ellos diversas adaptaciones tanto morfológicas como en sus comportamientos.

¿Es importante saber esto a la hora de tener un reptil en casa? Debemos responder con un rotundo si, el comportamiento, la actividad y hasta los hábitos alimenticios o reproductivos se ven afectados por la temperatura.

Es por ello que al tener un reptil es vital no solo garantizar los rangos de temperatura, sino aprender los comportamientos naturales del reptil cuando busca variación térmica.

El comportamiento térmico

Más que hablar de tener unas bajas temperaturas, como se suele pensar con eso de que son de “sangre fría”. Los reptiles tienen temperaturas elevadas respecto al medio. Esto lo logran con adaptaciones que han ido desarrollando, entre las que cabe destacar: la pigmentación de la piel, la disposición plana y alargada de sus cuerpos.

Los factores determinantes para regulación térmica, que deben ir acompañadas de comportamientos que, terminan siendo decisivos a la hora de controlar temperaturas.

Entre estas adaptaciones del comportamiento encontramos que: los reptiles toman posición respecto del sol según su temperatura corporal y sus necesidades térmicas. Extendiendo su cuerpo para hacer un ángulo recto respecto de la fuente de calor y poniéndose de cara a ella cuando, por el contrario, requiere mantenerse más fresco. Además de buscar sitios elevados o abiertos para recibir los rayos del sol o, al contrario descansar en la sombra para bajar su temperatura y hasta tomar baños de agua fresca.

Es necesario garantizar en nuestro terrario no solo la fuente de calor, sino que también es importante garantizar un estanque con agua fresca y limpia, una cueva o refugio, vegetación que haga sombra, de ser posible fomentar áreas con temperaturas diferentes. Nuestro reptil adaptará su comportamiento a las necesidades y al medio ambiente en que se encuentra, por lo que es importante garantizar que tenga acceso a los mecanismos necesarios para la regulación térmica.

Algunas enfermedades por malas temperaturas

Las malas temperaturas, sean altas o bajas para nuestro reptil, producirá un nivel de estrés en nuestro animalito favoreciendo infecciones bacterianas y terminará por enfermar al reptil por ejemplo con enfermedades de la piel que pueden iniciar procesos de necrosis, y terminar en la muerte de nuestra mascota.

La hipotermia crónica puede ocasionar disminución de enzimas digestivas, que tiene por efecto la putrefacción de los alimentos y no absorción de los nutrientes. Afecta la síntesis de vitaminas como la vitamina C o la vitamina D tan necesarias para la buena salud en la piel y los huesos.

Imagen cortesía de flickr.com (flickr.com), todos los derechos reservados

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