Introducción a modo de cuento
Está claro que España es diferent,, Lo que en otros lados parece normal, bien desde la equidistancia o a la juntanza; aquí, en esta piel de toro, se convierte en un asunto de estado, y de auténtica refriega o guerra de guerrillas, cuando no de noctámbulos embozados esquilacheros. No parece estar en nuestros genes esto de la masonería, y no parece ser un quehacer idóneo para los españoles y su idiosincrasia, que somos más de trabucaire navaja de siete muelles, que de zalameros y sobones juegos de consenso. La verdad, desconozco un país, de nuestro entorno cultural y geográfico, que presente tanta fractura Obediencial, tanta sangría en sus logias, tan poca formación, tanta soberbia como para mostrar un campaña El orgullo de ser masón con tanta gente metida en el armario, que para unos es un lema, y para otros objetos de chanza, hasta salir con bandas y malletes en pro de la memoria propia es sentido de condena eterna por sacra lo secretos a la calle. Digamos, que montan tanto unos, como otros.
Toda esta reflexión viene a cuento de la gran campaña promocional que está realizando la llamada regularidad masónica española, la Gran Logia de España (GLE) La cual se sale, un tanto del encuadre y cesto masónico europeo y anglosajón, tal vez no tanto en el fondo, pero sí en las formas; aunque no se puede negar que no estábamos acostumbrados a tanto agite promociona de los regulis, tras años de palos y jeringonzas y penitentes jaculatorias de que el trabajo debía ser interno en pro de ser: buenos, cristianos y masones. Cada uno a su piedra y el GADU de la regularidad en la de todos.
La metáfora del ríoNo se puede negar el desencuentro ya en sus comienzos, lo cual se puede entender con la metáfora del rio, cuyas aguas serían los diversos contendidos y objetivos de la masonería, y ambas orillas las conformarían las dos universales formas de entender esta, con sus respectivas tropas a cada lado. Aunque de por medio se dé un hecho histórico un tanto confusionista, en tanto que todos quieren emparentarse con la fecha fundacional de 1717, pero de formas muy paradójicas. Unos, (regulares) dando un doble salto mortal hacia adelante, queriendo fundamentarse en 1751, entendiendo a los llamados «Antiguos» como su basamento conceptual, y cuya piedra angular la van a conformar dos fechas 1813 y 1929, pero dando un salto mortal hacia atrás, pasando de 171, que ahora se celebra , para enrocarse en los Old Charges (Antiguos Deberes) como piedra filosofal de toda la edificación sobre la cual se construye la llamada Masonería Regular o de Tradición. Toda una contorsión circense, que parece ideal para el lisonjeo anglosajón, pero algo duro para quien monta y galopa a pelo, como es el españolito masón de turno. Otros, (liberales), rompiendo lazos con la antigüedad, se ligan con la fundación de 1717, pero a través de la conceptualización de 1723, o sea la Masonería que finalmente se terminará definiendo como de los «Modernos», por el mote que se les puso en 1751 por los Unos. Esta sería la masonería de fundación, pero tan plural como diversa, con tantas caras como Jano encarna, cada una de ella se desdobla en otras tantas al estilo de matrix; y donde hay quien se apunta, pero amputando la génesis constitucional de Anderson, y hay quien lo hace añadiendo textos y conceptos de corte y pega, a capricho e interés propio, por aquello de enlazar con la historia lo propio y lo ajeno y lo metafísico…, por si acaso. En fin, un lío bastante difícil de comprender, dadas las peculiaridades de unos y otros, y en donde median los intereses, los bastardeos, y como no, las solapadas luchas fratricidas para que nunca haya un puente que comunique ambas orillas, aunque sea con gendarmería(Stuards o Deacons) de control en ambos extremos, pues no en vano las minas contra personas, se siembran a modo de singulares sharia de landmarks, y convecciones, lo cual impide el compadreo de las bases de una u otra orilla o de clanes diferentes. Salvo por bulas autorizadas. Si bien unos achacan a los otros, tirar por la borda, las viejas enseñanzas, o sea los viejos referentes de la antigüedad, incluido el basamento cristiano en pro del agnosticismo masónico; digamos que los otros, tampoco se están quietos, y desean empatar con los tiempos y sus necesidades, y para ello hacen cambios, rebajan cargas conceptuales, y atacan a sus contrarios, a los de la otra orilla, con eso de que la ortodoxia no puede quedarse en la simple simbolatría, u ignorar a media humanidad, o estar dando la murga con un triángulo a modo del Gran Demiurgo y relojero que todo lo ve, y en el cual es obligatorio creer, aunque esta sea una pura pifia de piedra de bordillo. Y en esas estamos, y si bien en Europa mediante la educación guardan las formas, y eso tiene todo un peso, importante, que modifica fondos y maneras dando un fondo de aparente cortesía a diversas cuestiones, bien mediante el correcto tratamiento, o la discreta invisibilización en pro de una necesaria coexistencia, que por ejemplo en Francia, hace que ambos extremos y antagonistas (masónicos) puedan compatibilizar diversas cuestiones logísticas, y hasta llegar a mantener ciertos organismos conjuntos, o incluso encuentros de igual a igual, pese a las diferencias existentes, en concepto y cuantías, en pro de un cierto entendimiento, o de un entente en el statu quo de cada quien. Eso, al otro lado de los Pyrineos, en España, se presenta como imposible, inalcanzable y hasta como una tarea utópica y ciclópea.
La gran MurallaDigamos que son dos orillas muy distintas, con sus pros y sus contras, que en España ya no son orillas, sino parapetos a modo de la muralla china, que recorre todo nuestro quehacer, y que se vertebra de arriba hacia abajo, teniendo metidos en la harina del combate constructivo-destructivo, tanto al Gran Maestro de turno, como al Aprendiz más simplón. Todo vale para mantener con armas y bagajes diversos, la la muralla que se levanta cada día más alta, y también más tonta. Sin remontarse a épocas anteriores, nuestro arranque en la década de los 80, llegó mediante dos frentes distintos: México y Francia, donde estaba nuestro exilio masónico armado en dos tendencias claras y distintas, y divergentes, sintiéndose a su vez, unos traicionados por los otros. Pronto esa divergencia se hizo patente, y tanto unos como otros, se enzarzaron no en el consenso, sino en ver quien corría más rápido camino de la ventanilla administrativa, en pro de la ansiada legalización, no pensando tanto en la conformación del edificio y tener contentos a los obreros, como en la suculenta y posible, hipotética y utópica devolución de lo incautado, por el hombre del bigotillo, que dejó todo bien atado, y claro pese a la persistencia de hoy, los prebostes de ayer y de hoy poco proclives les veo a consustanciar perdidas honorabilidades, que en España siempre estuvieron entredicho. Ambas corrientes se orillaron, echando abajo el logro de Morayta, y cada uno pobló su orilla, y de ella hizo campamento y muralla, digamos que, al principio, se ocuparon más de poblar páginas mediáticas, pero cuando ello no fue pasto de interés periodístico, se pasó a los abencerrajes propios llenando el campo masónico de escisiones e irradiaciones a tutiplén, caían y se levantaban logias como quien planta perejil en una maceta. En aquella época, no se miraba hacia la otra orilla, sino más bien no se perdía ojo a la propia por aquello de no ser defenestrado por los propios, por los clanes, taifas y demás corralitos que habían tomado, mando y plaza, en cada orilla, mientras a las bases se las maleaba en su instintivo sentido ecuménico de sentirse parte del eje fluvial del cual todos podrían saciarse de luz y conocimiento. Pero el plan era otro, crecer y multiplicaos, para que así se puedan secundar estrategias y tácticas, no para conformarse como verdaderas élites de ciudadanía, cada una desde su óptica y visión, sino desde la concepción de tropa de choque al servicio de jerarcas y mandamases enfrascados en sus particulares guerras, paranoias, y manías, que las hubo y las hay, de todos los gustos y colores, en un lado y en el otro. La orilla masónica regularDigamos que a la orilla masónica regular, siempre se la ha conceptuado como propietaria de un cierto halo de superioridad externa, pero sojuzgada no por los otros, sino por sus propios demonios. Ellos quisieran ser regulares a la española, o sea lograr una alquímica mezclar de agua y aceite, o sea ser como aquellos masones republicanotes laicistas(GOE), de ¡esto es un cristo, y dios que los fundó¡, que tanto enarbolan, pero eso sí, bajo el comedimiento de las formas anglosajonas que tanto mandan y tanto montan, que quitan como ponen dignidades y cabestros, pese o a pesar, de las autonomías territoriales, que visto lo visto mejor estaba cada uno en su casa. Desde ese sentimiento contradictorio, ha habido épocas florecientes y también destrozas a diestra y siniestra: Sarobe, Carretero, Corominas etc, digamos que el que no se despeñó él solito, le pusieron en la torre con soga al cuello, y tras de sí hubo y quedaron, batallas mil, entre alabarderos, califas y abades, total que, cada cierto tiempo un trabajo a modo de purgamina vestae, para resurgir a modo procuratio prodigiorum, un nuevo Isis reformador. En este caso, el nuevo Ave Fenix, es don Oscar de Alfonso de calmo leer, y pocas luces parece al tenor de como le van saliendo las cosas, pues sí bien parece haber calmado a los clanes propios, y a califas de toda naturaleza, dejando atrás un cierto sentimiento vergonzante, proclama para el cierre del año secular masónico 5016-5017, y de su mandato, el Orgullo de ser Masón, lema que tanto recuerda al viejo Madrid cañí de Chueca, lema que tanto se nombra, y que tan poco se deja ver , pero por más que el Hermano de Haro lo pregone a modo de heraldo, o el Gran Maestro lo mande. Digamos que ¡del armario masónico no sale, ni dios ¡ Y así tenemos que desde la orilla amurallada, tras la cual tras se escondía el personal, ahora sale a modo de comedieta de títeres de dedos, un tal Alfonso que abre las puertas no al insulto, pero sí que juega a meter el dedo en el ojo, como quien no quiere, o no sabe, y sacando la navaja faltriquera huertana, clava y raja, cuando no ningunea, pues él sí que ha hecho eco de la proclama que lazó en su día el adorador del templo : Derek Dinsmore, su estandarte de guerra yijadista: de muerte al infiel y liberal masónico, o al menos eso parece.., al escuchar algunas de sus intervenciones No, hay piedad, ni mano tendida alguna, pues estamos de este lado de los Pirineos, por más que los frérès franchutes, campeen por nuestros predios, y eso que tenemos oriundos frog y normandos a mansalva, pero poco parece que se nos pegue de su actual cortesía, más bien rememoramos sus viejos usos y maneras. En esas estamos, levantando campamentos y muros, y asomados a las murallas fluviales se lanzan dardos y saetas, para cantar excelencias propias y medio hurtadas, que todo vale para el señoreo del collaron y el mandilón, y por ver si se captan voluntades y élites, que si bien son prácticas que no parecen estar permitidas en esta parte de la orilla fluvial, ciertos modos y modismos valen un potosí en aquello de que lo cortés no quita lo versallesco en remomeración de la flor de Lys, hasta casi que se puede decir logra la trasmutación de formas y pareceres: Que sí somos los mejores, los más honorables, los mayoritarios, digamos que más de lo más.., por si alguien no lo cree no tiene nada más que ver un video de D. Oscar de Alfonso, realizado en Canarias, y a dos días de meter el consiguiente ninguneo, mete los dedos en los ojos, a los de la otra orilla, en el trasunto del Parlament de Baleares.
La orilla masónica liberalEsa es la orilla regular, la otra margen, la liberal, poblada de pueblos y tribus desde lo más genuino, a lo más simbiólico, plural y diverso hasta la médula, encontrar dos organismos parecidos es todo un milagro, aquí ya no hablamos de clanes, sino de reinatos distritos, taifas, y merindades ... y cada uno con sus correspondientes jerarquías de nobles, merinos y corregidores, ah pueblo llano de los que se cuentan por pocos millares.Durante mucho tiempo, se ha estado mirando lo propio, viendo y sufriendo el contrabandeo entre miembros y membresías, sin que nadie pudiera hacer nada, pues al quite está cada: Hes´no good, o sea el Visir que aspira a ser Califa, en vez del Califa, y por tanto, uno no se puede entretener en telas y métodos socráticos simbólicos, pues la guerra en sostenerse y no enmedalla, que diría el otro.
En esta orilla, pequeña según el Gran Califa del otro lado apenas si viven mil almas, bajo estandartes como la GLSE, DH, GOI. GLFE.. y un sin fin de pequeñas jarcas, que como mucho suman todos ellos, unos dos mil, aunque los que q¡han muerto, los que ha desertado y los que ha sido masacrados por los cada clan, esta orilla y la otra si los sumaran sería u ejército grandioso. Ahora es una ruindad, aquí y del otro lado, cada tribu cobijada en su risco, con sus garantes, y sus EMdEs,que vale para lo que vale, hoy monto yo, mañana montas tu...y así estamos bajo el mando de virreinatos, y taifas donde siempre hay un Califa queriendo ser Visir.
Poco importa que el pueblo masónico, no sepa hacer una o con un canuto, lo importante es crecer, o al menos mantenerse, o como mucho no menguar en demasía, y que a uno le coman los peces los pies y los abrigos,
Y es que ver el panorama celebracional del 1717 en España, es para que a uno le caigan los sombrajos, mientras las logias no tienen ni para el aprendizaje cotidiano de distinguir luces de candelabros, en cambio otros se montan jolgorios institucionales formativos, para propios y ajenos, no yendo a la otra orilla, sino al desierto de Tartaria, por ver si educamos mediante el esclarecimiento a la ciudadanía universal del mundo mundial, eso sí mediante repetitivos juegos de magia potagia, edulcorados de sesudas reflexiones sobre el cavernismo presocrático mediante métodos masónicos. Digamos que mucho se mira el personal el ombligo, y se aísla, y se nos aísla del mundo circundante, me imagino que para mantenernos, como en la otra muralla, ajenos a las realidades de cada uno, a sus contradicciones, a las nuestras, y a los demonios de cada uno, mientras los Califas imparten una y otra, y mil veces más, por si se nos olvida las mismas cuestiones, las mismas salmodias, sin atreverse a ir más allá no vaya a ser que pierdan el renglón recto que han tomado hace ya mucho tiempo.Pero nada se puede esperar, pues quien nos enseñó parte del quehacer, al menos histórico, de lo masónico, se haya también paseando su número de la cabra academicista, con los mismos textos y temas de hace más 25 años, sin mover una coma, sin meter ni una morcilla. y sino me creen miren los programas de de las académicas intervenciones, se sigue contando churras y merinas en los recintos logiales, Ante ello cabe preguntarse, qué se puede esperar de tales tropas, durante años acantonadas, sin apenas referentes, o tan viejos, caducos y conocidos sus jerifes, que da pena ver la orilla de este otro lado. Tal vez una chispa aquí, y otra allá, aunque confío más en quien calla y trabaja en la discreción del silencio, y va a lo suyo como fiel artesano de un trabajo que sabe modesto, porque le faltan materiales y herramientas, esperando el día en que todo esto ha de cambiar, y que al menos haya un puente a modo de Punto de Encuentro para que la acacia florezca. No me extraña. que del otro lado, se comporten ahora algunos de ellos, como tornadizos sacaojos, porque digamos que de este lado todo el mundo está atrincherado, mordiendo entre dientes la rabia de la provocación, sin saber quehacer, y sin levantar la voz propia, por modesta que sea, y como si la cosa no fuera con ellos, pues aquí los referentes llaman a la calma pasiva, a encajar las tortas como si de ostias benditas se tratara...Para mi que todo esto es una falsa calma, lo cual induce, a que, de un lado, y del otro, pese al cansancio de tropas y membresías cualquier día salta la chispa… mientras eso ocurre o noí, la tropa deserta y se va a casa a procurarse el sustento propio de luz y calor, maldiciendo por lo bajo tanta pasión como apostura puesta en marcha y el poco fruto que de ello se recoge, los unos ya en casa escriben su maldición en intenso cronicones: Logia Azul, Desencanto, etc ; los otros pareciera que su estado natural es la mudez.No hay una masonería contra otraY en eso estamos, no hay una masonería contra otra, son telones de fondo que a modo mandarines estandartes guerreros que campan en cada orilla, nos distorsionan la mirada y el entendimiento. No hacen falta cameos para entenderse y comprenderse, desde la diversidad y la diferencia, pero parece que hayamos sido educados para lo contrario, y sobre todo para no entender y asumir de pleno, lo que es cada uno, desde su propia identidad y desde sus propios demonios. Cada uno los suyos, que ya son bastantes. No hay versus que valga, hay una forma de ser y entender, que desde arriba no se combate con la instrucción y la luz del conocimiento, y que sería obligación y mandato esclarecer en pro de una ciudadanía más esclarecida, pero a costa de que nosotros seamos también esclarecidos, sino estaremos en una encrucijada sin caminos, hagamos lo que hagamos, nos quedaremos en nuestra orilla, encerrados tras nuestra muralla, sin horizonte ni camino. Pues será una encrucijadas falsa y sin horizontes.Y nos entretendremos, una veces peripatos en el lanzar puyas, y otras estoicos en su recibo, y se irán cambiando las tornas, según era y tiempo, pues ya se sabe que lo que ahora es arriba , luego es abajo....Pero en general sumergidos en la más amplia orfandad del conocimiento, como de la luz, de la que tanto se habla que viene del Oriente, y por más que miro todo se se torna candil, en manos interesadas, que quieren en mostrar que esto es cuestión de dos orillas con dos murallas, que no hay puentes, ni pasarelas, ni puntos de encuentro. pues los landmarks y no se cuantas otras cosas más …vienen a decir que al otro ni agua, y para que no sea así de crudo se mentan las sharias de Charlestón o las 1929, o la de Clipsas. etc. que valen un potosí para mantener estabuladas a las tropas tras los seguros muros de cada orillaAquí estamos otra vez ante el problema masónico español, contado una vez más por un teosfrasto cualquiera, sentado en un promontorio en medio del río, viendo los feriales y sus quilombos, pues desde que algunos de mis Hermanos me han declarado Amistad Peligrosa, y han pedido mis aislamiento preventivo fuera del cordón sanitario de la logia, pues me he ido de esta piel de toro, que es España,, porque esto no tiene remedio, y entretengo los tiempos en contar a ustedes lo que veo y entiendo, que no es mucho ni poco...sino una torta de muy distintos ingredientes, tan agrios como dulces...Con vuecencias queda tanto relato, y allá ustedes si se lo creen o no.. pero esto es como en las películas «cualquier parecido con la realidad es pura casualidad..».. He dicho, a la medianoche en punto, a la luz de un candil, y que nadie diga que no le presto atención a toda esta cuestión, pues entre regulares y liberales, cada día me dan la sesión, pues ahora parece tiempo de ofensivas informativas, y contraataques, y se llena la casa de panfletarias noticias, sin que nadie parezca abrir un ritual empezar a analizar nuestra historia y devenir por medio de aquello que se escribióVíctor Guerra . MM.:. en el exilio lusitano