Lamentablemente cada vez es más común escuchar que alguien (adultos jóvenes y adultos mayores) está atravesando por una situación relacionada con un accidente cerebro vascular.
Cuando se produce un accidente cerebrovascular, el flujo de sangre al cerebro se interrumpe, por lo que se produce una pérdida de las funciones cerebrales. Es la primera causa de invalidez en adultos mayores.
Son dos los tipos de accidentes cerebrovasculares, el hemorrágico y el isquémico.
Factores de riesgo
La hipertensión arterial es el principal factor de riesgo para sufrir esta enfermedad, mientras que los antecedentes familiares como la diabetes y el colesterol elevado también aumentan el riesgo.
Los síntomas de un ACV varían según el área afectada, generalmente se presentan sin aviso o pueden ocurrir en intervalos durante los primeros días, es posible que una persona no se dé cuenta de que ha tenido un accidente cerebrovascular.
Para prevenirlos es fundamental controlar la presión arterial, el colesterol y la diabetes.
Evitar el consumo de tabaco y alcohol, realizar ejercicio, evitar el sobrepeso y llevar una dieta saludable incluyendo alimentos como el omega 3, un protector vascular, una de las mejores fuentes es el salmón, una porción brinda
Es importante saber que existe una relación directa entre el padecimiento de un ACV y las enfermedades cardiovasculares, el motivo es quee trata de una manifestación de lo llamado arteriosclerosis, una obstrucción arterial progresiva que mayormente tienen lípidos o grasas. Las enfermedades cardiovasculares pueden provocar situaciones graves.
¿Es posible revertir la situación?
La clave es sospechar de esta enfermedad antes de que se desencadene un cuadro clínico, por ejemplo la arteriosclerosis que afecta diferentes territorios arteriales, en el caso del ACV la afección es de las carótidas, arterias que llevan sangre a la cabeza y al cerebro, o también las pequeñas arterias que irrigan profundamente el cerebro.
Esta enfermedad puede afectar provocar infartos ya que involucra las arterias coronarias encargadas de llevar sangre al corazón y las arterias de las piernas, ante la presencia de un ACV se debe hacer foco en las afecciones cardiovasculares, que están muy ligadas a la enfermedad cardiovascular.
Algunos accidentes cerebrovasculares pasan inadvertidos por lo insignificante de los síntomas.
El abordaje precoz de esta enfermedad reduce la mortalidad y las secuelas
Los signos de alarma son:
*Pérdida de fuerza o sensibilidad en un brazo.
*Pérdida de fuerza y sensibilidad en el brazo, manos o piernas.
*Alteración repentina del habla.
*Pérdida o alteración de la visión.
*Dolor de cabeza.
*Hormigueo en la cara, brazos o piernas.
*Pérdida de equilibrio.
Rehabilitación luego de un ACV
Estos síntomas de alarma son los más frecuentes y de mayor importancia, pueden advertir de manera precoz, ante la aparición de cualquiera de ellos se debe acudir a la atención médica, cada minuto transcurrido es crucial para prevenir los daños del ataque.
Luego de sufrir un ACV, la neurorehabilitación terapia ocupacional es de gran importancia ya que según donde se localice el ACV pueden aparecer dificultades en la memoria, la atención, el lenguaje, y distintas dificultades motoras.
En este aspecto la neurorehabilitación trabaja en conjunto con la terapia ocupacional para abarcar todos los aspectos que se relacionan con la función motora.
Estudios han demostrado que a través de la rehabilitación neurológica, son altas las chances de retornar el funcionamiento previo, esto se logra a través de la aplicación de distintas estrategias diagramadas por un profesional de la salud, el paciente y su familia, con el objetivo de retornar a un funcionamiento cognitivo normal y mejorar el funcionamiento de la memoria, y las tareas cotidianas.
Es importante saber que gracias a estas actividades de rehabilitación se producen grandes avances a través de terapias como neuropsicología, terapia ocupacional y musicoterapia, siempre con el objetivo de mejorar el funcionamiento intelectual del paciente para que pueda retornar a su vida cotidiana.