En los últimos días he hablado por Twitter con personas de diferentes profesiones y ámbitos sobre lo anquilosados que están los tratamientos de rehabilitación. Me explico, no dejan de aparecer noticias en las que nos hablan de investigaciones sobre el tratamiento con robots, pero me preocupa que se quedan en eso, simples estudios.
Hoy mismo la Red Menni de Daño Cerebral nos ha dado la primicia de un estudio que analiza la eficacia de un sistema robotizado en la rehabilitación del miembro superior hemiparético, en el que han obtenido los siguientes resultados:
"Un 66,6% de los pacientes mejoran en relación con los problemas físicos, un 100% respecto del desarrollo de las actividades de la vida diaria (AVD), un 85,7% incrementan la puntuación en su movilidad domiciliaria, un 71,4% mejora su capacidad motora en la mano afectada y un 62,5 % mejora en su recuperación global subjetiva. Los pacientes, además, perciben un incremento de la capacidad funcional en el desarrollo de las AVD, lo cual está relacionado con una mejora objetiva en las escalas de evaluación funcional de muñeca y mano."
Mi opinión respecto a este tema es clara: La tecnología nos ayuda, y mucho. Mientras no nos demos cuenta de ello seguiremos siendo terapeutas del siglo XXI utilizando métodos del XIX. Es necesario mirar al futuro sin miedo, porque quien no se adapte a los cambios que tarde o temprano acabarán llegando se quedará al margen.
Debemos exigir que nos permitan ejercer nuestro trabajo con métodos actualizados, y para eso todos podemos reclamar en nuestros servicios la implementación de los recursos que está demostrado que son eficaces. Costará conseguirlos, y más aún en estos días en los que la crisis es la excusa perfecta para negarnos todo, pero no nos demos por vencidos y sigamos luchando por realizar un trabajo de calidad.
¿En qué siglo quieres vivir tú?
Paloma Peña