El Reino Unido está considerando la introducción de un “impuesto de mansiones”, es decir un tributo que solo grabará a los propietarios de bienes inmuebles que tengan un valor superior a 2 millones de libras. Los dueños de estas propiedades se verán obligados a pagar una tasa anual del 1% del valor de la propiedad.
Este régimen fiscal de mansiones ha sido propuesto por dos partidos políticos del Reino Unido, el Partido Laborista y el Partido de Liberales Demócratas. Aunque esta propuesta está siendo muy mediática la idea de crear un impuesto de este tipo no es nueva. La primera vez que se comenzó a hablar del “impuesto sobre mansiones” fue en 2009.
Los defensores de esta medida afirman que, de llegar a implantarse, el nuevo impuesto ayudaría a aumentar los ingresos a las arcas públicas y reduciría la desigualdad de la riqueza. Los detractores, sin embargo, apuntan que el aumento de la presión fiscal no traerá beneficios económicos al país. Entre los daños que podría provocar destacan un ataque a la buena reputación que el país británico posee entre los inversores.
Precisamente, uno de los mecanismos más utilizados para invertir es la creación de un fondo de inversión inmobiliaria. Profesionales como Foster Swiss se encargan de la creación de este tipo de vehículos de inversión colectiva.
Otra consecuencia de esta medida podría significar el traslado de las grandes ciudades a otras más pequeñas donde el valor de las propiedades no es tan elevado. Incluso los más extremos se aventuran a señalar que esta medida podría provocar una desaceleración en el sector de la construcción de nuevas casas.
En la actualidad existen 91.000 propiedades en el Reino Unido que se verían afectadas por este gravamen. El 81% de las mismas se encuentra en Londres. De acuerdo con los cálculos preliminares el impuesto de “mansiones” podría suponer una recaudación de 1.200 millones de libras en el primer año de su entrada en vigor.
Con la intención de prevenir este tipo de situaciones antes de invertir en el mercado inmobiliario es aconsejable acudir a profesionales como Foster Swiss, para realizar una planificación fiscal previa. No solo en el Reino Unido sino en más de 40 jurisdicciones lo que permitirá situar el mundo al alcance del inversor.