Yo creía que esto de pensar iba a ser más fácil. Pensaba que, cuando el nivel de agotamiento mental estaba por encima del 200%, bajabas el ritmo, desconectabas, y ¡¡¡ale hop!!!, las ideas acudían a ti cual fuente de inspiración loca, haciendo cola en la entrada de tu mente. Pues, una vez más, tengo que decir que me he equivocado. Aquí no hay ni una idea, ni una mísera pista. ¿Será el verano? ¿Será que mis neuronas todavía están de vacaciones? Pues la verdad es que no lo sé, pero ahí sigo, sin inventarme y sin descubrirme. Eso sí, relajada estoy a tope. Demasiado relajada, podría decirse.
Cada vez que cuento mi situación, la pregunta siguiente es "ah, ¿entonces vas a emprender?". Lo cual es una bonita manera de decir si me voy a montar algo. Bueno, sí, efectivamente, un circo. Porque llegados a este punto, 2 meses después de "la decisión", sigo más o menos igual de perdida.
Puedo pintarlo bonito, es cierto, y sin mentir. Tengo más tiempo para pensar, para estar relajada, para disfrutar de mi familia. Por primera vez en años, voy a irme de vacaciones 4 semanas seguidas, sin volver ni un día a la oficina. No estoy como las locas intentando buscar soluciones de última hora porque me falla la canguro, o porque tengo que salir de viaje. Todo esto es verdad-verdadera. Estoy disfrutando un montón de esta etapa de "parón".
Pero....Ese maldito pero. Ahora hace buen tiempo, los niños están de vacaciones, la piscina abierta, en unos días cambiamos de escenario. Sí, es genial. Pero ¿qué pasará en Septiembre? Cuando de nuevo estén en el colegio y empiece a llover o hacer frío, cuando a las 6 de la tarde sea de noche. Ay, omá, no lo sé. Y ese punto de incertidumbre es lo que realmente me mata. Yo, con lo caótica que soy para algunas cosas, y lo cuadriculada que me vuelvo para otras. Lo de siempre, bipolar total.
Mientras tanto, hay personas que me ayudan sin saberlo, entre ellas Nuria Perez, que parece que me esté viendo por un agujerillo y actuando como mi coach particular en este video blog. Nuria, ¡te necesito! ( incluso más que a Ruppert el peluquero, lo cual ya son palabras mayores)
En fin, que me voy a dar unas vacaciones también mentales, de esas de no pensar en nada en absoluto y, simplemente, disfrutar. Y a la vuelta, podré decir como el anuncio "vuelve a casa, vuelve"....pero no por Navidad.
Feliz verano, nos vemos a la vuelta.