Bueno, parece que todos los días es el día mundial de “algo”, pero en esta ocasión, no quiero dejar de escribir algo sobre este alimento básico e indispensable en nuestra dieta, ya que durante tanto tiempo se le ha satanizado, y muchas mujeres lo han eliminado por completo de su dieta.
El pan puede y debe formar parte de una dieta saludable. Los cereales son la base de nuestra alimentación, es el grupo de alimentos que más debemos consumir porque nos aporta hidratos de carbono complejos, que nos dan energía para las actividades diarias.
Para hacer pan pueden usarse diferentes cereales, trigo, centeno, cebada, avena, etc. Prefiere el pan integral, que se hace con harinas no refinadas, es decir, que no se les ha eliminado la carcarilla, que es donde se encuentra la fibra, y conservan también el germen, donde están las vitaminas y minerales de los cereales.
El consumo de pan debe ser diario, y puede estar presente en todas las comidas, en mayor o menor medida, dependiendo de las necesidades de cada persona.
Algunos tipos de pan:
Pan blanco: se elabora con harinas refinadas y es muy pobre en fibra, vitaminas y minerales. Basicamente sólo aporta hidratos de carbono.
Pan integral: se elabora con harina integral, la que conserva tanto la cascarilla como el germen. Aporta fibra, vitaminas del grupo B principalmente y minerales. Es más saciante y menos calórico que el blanco.
Pan blanco con fibra: se elabora con harina refinada a la que se añade la cascarilla del trigo. Aporta fibra, pero al no tener germen, es pobre en vitaminas y minerales.
Pan de soja: tiene una mejor calidad protéica, porque la soja es buena fuente de proteína.
Pan sin gluten: es el pan apto para celíacos o intolerantes al gluten. Se elabora con harinas de maíz y arroz y levadura madre sin glúten. Cada vez se encuentra más en el mercado este tipo de pan.
Prefiere los panes integrales, con semillas, hechos artesanalmente con masas fermentadas lentamente