La
semana pasada no publiqué ninguna entrada, la única escusa que tengo, es un
gripazo de los gordos. Precisamente me ha servido para hacer un pequeño
experimento. Si recordáis mi artículo anterior. Para tener una fuerza de
voluntad firme, es necesaria una base biológica sana, es decir "Mens sana,
in corpore sano" En la actualidad es una de las fronteras del
conocimiento; la Fisiología de la Conducta, teniendo como principio fundamental,
que la función última del sistema
nervioso es la conducta.
Bueno a
lo nuestro; tenía el "corpore" hecho unos zorros, solamente el ir a
buscar a mis hijos al colegio era un suplicio. -¿Qué ocurrió con mis pensamientos, con mi motivación? Lo cierto es
que iban por el mismo camino. La atención pasó de estar centrada en el ambiente
a entrarse en sí mismo, en mi cuerpo, en los síntomas de la enfermedad. El
presente y el futuro era negro el pesimismo lo impregnaba todo. Sentimientos
negativos a flor de piel...
-¿Que ocurrió con mi conducta,
con mis acciones de buscar trabajo? Lo cierto es que envié un par de
currículums, pero mi conducta pasó a "modo supervivencia", es decir, hacer lo
mínimo para vivir y capear el temporal. La vida social casi nula, redes
sociales, blog, todo abandonado. No tenía sentido, carecía de valor. Lo único importante era recuperar la
salud. El tiempo pasaba despacicooooo...
Total, una
máquina que de momento estaba estropeada, pasaba por el mecánico y tras un corto
periodo de tiempo a funcionar de nuevo. ¡Qué fácil! Pero lo cierto es que los
humanos somos un poco más puñeteros. Nuestro cuerpo, nuestros pensamientos,
nuestra conducta, nuestra vida social, todo está interrelacionado, facetas de un mismo prisma que se potencian
o se deprimen unas a otras en espirales virtuosas o degradantes, dependiendo del caso.
Cuando
no tenemos trabajo, tenemos lesionada una parte importante de nuestra persona, fundamentalmente de nuestra vida social; al menos con respecto a las creencias dominantes de nuestra sociedad. La falta de empleo y de recursos económicos están trabajando como un peso muerto
que nos empuja hacia una de estas espirales degradantes.
Debemos
compensar este lastre intentando potencia
todos los demás aspectos de la vida que nos proporcionen placer y
fundamentalmente autoestima. Yo solamente conozco una cosa con el poder
suficiente para contrarestarlo: La acción; atrévete a ser
libre y hacer lo que siempre has querido. Sé valiente.