El sistema inmunológico es la defensa natural que tiene nuestro organismo para defendernos de infecciones y enfermedades provocadas por virus y bacterias.
Las personas que tienen un sistema inmunológico en buen estado tendrán muchas menor probabilidades de caer enfermos que aquellos que tengan este sistema deprimido.
Hay determinados factores que influyen sobre este sistema de defensa. Algunos factores son incontrolables, como por ejemplo la propia edad o factores genéticos. Pero sin embargo hay una gran cantidad de factores externos como la alimentación, el estrés o el propio deporte que sí podemos controlar.
Deporte y sistema inmunológico
El deporte, sea cual sea, en principio va a ser muy beneficioso para nuestras defensas naturales. De hecho las personas que practican deporte de forma habitual tienen mucha menos tendencia a caer enfermos que aquellas personas que son sedentarias y no hacen ningún ejercicio físico.
El deporte hace que nuestros glóbulos blancos o leucocitos, que son las células encargadas de eliminar las infecciones, circulen más rápidamente por nuestro torrente sanguíneo. Esto hace que estas células estén mejor preparadas y sean más eficaces a la hora de combatir las enfermedades.
Otro efecto beneficioso del deporte es que disminuye la secreción de cortisol y epinefrina. Estas dos hormonas están directamente relacionadas con el estrés. Cuando el nivel de estas hormonas es elevado, estamos en una situación de estrés, en la que es más fácil caer enfermos.
Sin embargo el deporte tiene estos beneficios siempre y cuando se practique con moderación. una práctica excesiva de deporte puede tener los efectos contrarios. Cuando nos pasamos haciendo deporte, nuestro sistema inmunitario se ve afectado negativamente y tenemos más probabilidades de caer enfermos.
Esto es un propio sistema de defensa de nuestro organismo en el que se nos está diciendo simplemente que nos hemos pasado y que necesitamos un descanso.
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