Relación entre hidratos de carbono y serotonina
¿Te has preguntado alguna vez por qué, en general, cuando tenemos un antojo de algún alimento se trata de ciertos tipos de carbohidratos? Pues los carbohidratos procesados liberan serotonina en el cerebro, el químico asociado a los estados de bienestar, felicidad y paz mental.
Hay una diferencia entre hidratos de carbono poco saludables, como las papas fritas procesadas, el pan blanco y algunas pastas, y los saludables, como las frutas y los cereales enteros. Los carbohidratos poco saludables liberan una dosis de serotonina en el cerebro y tienen un valor de saciedad bastante bajo en el estómago, lo que significa que abandonan el estómago rápidamente. Los carbohidratos saludables, por otro lado, proveen una dosis de serotonina sustentable en el cerebro y tienen un alto nivel de saciedad en el estómago, haciendo que nos sintamos satisfechos por un período de tiempo más largo.
Por supuesto, la serotonina también está asociada a cómo pensamos y nos sentimos. Niveles bajos de serotonina en el organismo están asociados a estados depresivos o de ansiedad. Algunas líneas de pensamientos pueden mantenernos atrapados en una adicción a los carbohidratos poco saludables. Por ejemplo, el pensamiento pesimista, donde siempre se predicen resultados catastróficos o negativos, y la personalización, donde se interpretan todos los fracasos como resultado de no ser lo suficientemente bueno, son dos de las más comunes.
Mientras más se puedan evitar este tipo de pensamientos, más se estimulará la liberación de serotonina sin la necesidad de ingerir carbohidratos. Cuando la gente dice que se “auto medican” con carbohidratos, no es tan sólo una expresión, sino que es que brinda una potente y potencialmente adictiva respuesta química.