Siempre se ha relacionado los mayores vínculos afectivos y emocionales entre la madre y sus hijos en donde el embarazo y la lactancia como ciclos biológicos construían un distanciamiento en la relación padre-hijo y que generan una forma de ser madre y una forma de ser padre, pero lo cierto es que se elaboran más culturalmente que por un hecho biológico. Las prácticas amorosas y afectivas desarrolladas por la maternidad y afortunadamente reclamadas para la Paternidad conllevan como elemento central hacia la 'ternura'. ¿Pero cuál es su significado para el hombre? ¿Difiere de la definición que la mujer puede dar de ella?
Miguel Angel Ramos Padilla, escritor peruano licenciado en Educación y Ciencias Sociales, define que la ternura es un conjunto de expresiones cálidas y acariciadoras que produce goce al objeto amado y a nosotros mismos, porque la ternura es ante todo una caricia hacia uno mismo que nos la proporcionamos y sólo podemos ser tiernos cuando lo somos con nosotros mismos. Al hombre le falta tal vez explorar y conocer mejor su cuerpo para identificar sus emociones y poderlas mostrar, y a su vez captar y asimilar la alegría o la tristeza de los demás. Si logra hacerlo su rol de Paternidad será mucho más cercano, amoroso y definitivo. Cada vez más hombres aceptan la idea de una mayor relación tierna y emocional con los hijos pero ¿Cuánto hemos podido avanzar los varones respecto a la expresión y desarrollo del mundo de nuestros afectos y en especial el de la ternura, manifestación que hasta hace poco era considerada como femenina?, se pregunta el licenciado Miguel Angel Ramos.
Norma Fuller, antropóloga Peruana, autora de muchos ensayos e investigaciones, escribe sobre el mundo de los afectos de los varones de la clase media en la Lima de hoy, en su libro 'Identidades Masculinas' en el cual los motivos de la paternidad aparecen como muy racionales, su plena realización como varón en el sentido de la virilidad comprobada y la responsabilidad, el orgullo de tener una prole, la importancia de transmitir a los hijos su sabiduría y formar sus personalidades, etc.
A pesar que concluye que la Paternidad es definida por el amor y está asociada con los sentimientos más profundos del ser humano, no le está permitido incursionar realmente en ese mundo de los afectos, como reafirmando la dificultad de los varones en expresarlos y el reto muy grande para un investigador tratar ese nivel de la subjetividad.
Deja tu huella.
En nuestro entorno las estrategias para cambiar el 'distanciamiento' del hombre frente al embarazo, lactancia y crianza se han ido fortaleciendo poco a poco, Instituciones de Servicios Comunitarios y Entidades del Estado se trabaja para que los señores participen en la decisión de tener o no un hijo en un momento determinado y cuando se deciden es porque realmente lo desean, pueden sostenerlo, inculcándoles además que deben ir a una Consulta Preconcepcional con su pareja, luego se motivan a que acompañen a la madre a sus Controles Prenatales, que tomen y se preparen junto con ella 'El Curso de Preparación para la Maternidad', que asistan si es posible al parto, que apoyen y sean activos en el periodo de la Lactancia Materna y que compartan responsabilidades y actividades en la crianza. Todo esto hace que necesariamente puedan aflorar en sus sentimientos el apego, el amor, el afecto, la paciencia y la tolerancia hacia sus hijos cumpliendo de una manera adecuada su rol de paternidad. De todas formas hay que reconocer que hoy en día existen hombres que no necesitan de inducciones, lecciones, para sentir, demostrar y dar todo como padres.