Relacionan el fármaco omeprazol con infartos de corazón

El omeprazol es el segundo fármaco más consumido en España. En los grandes medios de comunicación estos días se advierte sobre el peligro de infarto que conlleva. Es algo que viene de lejos y por ello es necesario que las autoridades sanitarias tomen decisiones antes de que se produzcan más daños.

El famoso “protector” de estómago y otros medicamentos similares para evitar úlceras son un grupo de fármacos que se asocian con un aumento de hasta un 21% del riesgo de infartos de corazón. Pese a que los fallos de su seguridad se han ido descubriendo con el tiempo, en nuestro país su consumo ha aumentado en más de un 500% en tan solo doce años.

Es evidente pues que hay sobremedicación con estos fármacos que se han revelado más peligrosos de lo que se imaginaba. El dato proviene de un nuevo estudio de la Universidad de Stanford y publicado recientemente en PloS ONE, el cual ha analizado sus efectos en 2,9 millones de pacientes y, tras comparar los inhibidores de la bomba de protones (omeprazol y similares) con los bloqueadores de H2 (otra medicación contra el reflujo), se llegó a la conclusión de que la incidencia de infartos aumentaba entre un 16 y un 21% en aquellos individuos que consumían omeprazol.

Lo paradójico es que la conclusión es que hay que investigar más. Uno se pregunta cómo puede ser que el medicamento lleve tantos años en el mercado y cada vez que se concluye algo negativo en torno suyo la versión sea esa: hay que investigar más. Entonces ¿cómo lo aprobaron las autoridades sanitarias, en qué estudios se basaron?

La venta del omeprazol como “potector del estómago” es una de las mejores campañas de marketing de la historia de la medicina. Así lo contamos en el post ¿Es verdad que omeprazol es un “protector de estómago”? ya a finales de 2013.

Por entonces supimos sobre un estudio que acababa de vincular el consumo prolongado de este y otros medicamentos similares con una carencia de la vitamina B12. Sus daños pues son muchos y por ello se ha convertido en un problema de salud pública.

Los daños del omeprazol y similares no suelen ser inmediatos. Hacen falta dos años de consumo cotidiano para que te haga daño pero hay muchas personas que suelen automedicarse con él, tomarlo sin control médico. Según el diario El Mundo:

El análisis, publicado en Journal of the American Medical Association, constata que las personas que tomaron diariamente un medicamento del grupo de omeprazol durante dos o más años tenían un 65% más de probabilidades de tener niveles bajos de vitamina B12 que quienes no habían ingerido estos fármacos durante un periodo tan prolongado”.

Esto puede provocar daños neurológicos, demencia, anemia y otros. En España existe omepralización. El omeprazol es el segundo principio activo más prescrito en nuestro país después del paracetamol y por encima del ibuprofeno (no cita tampoco fuente, lo que es seguro es que es un fármaco muy vendido). Como en tantas ocasiones nos enfrentamos a un problema de mala indicación o indicación para usos indebidos.

Y también a la lenta actuación de las autoridades pues si está provocando tantos daños algo habrá que hacer, aparte de mejorar los sistemas de autorización de fármacos para que no vuelvan a colarse medicamentos que luego se descubren con el tiempo sus reacciones adversas reales.

Y también mejorar la farmacovigilancia, por lo mismo. Parece que hay que ser más rigurosos con la relación beneficio-riesgo de muchos tratamientos.

También hay que tener en cuenta lo mucho que de negocio hay en torno a este tipo de fármacos muy vendidos. Por ejemplo, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea falló contra el laboratorio farmacéutico anglo-sueco AstraZeneca tras la multa que le impuso la Comisión Europea por intentar retrasar la salida al mercado de un medicamento genérico que competiría con su Losec, utilizado para el tratamiento de las úlceras gástricas.