Servir la comida en platos más pequeños y alentarlos a comer más veces durante el día permitiría que los más pequeños de la casa no engordasen
MUNDO.-Un estudio presentado en los últimos días revela que el tamaño del plato influye en la cantidad de comida ingerida en los niños. Además señala que los niños y los adolescentes que comían más frecuentemente durante el día eran un 22% menos propensos a tener sobrepeso que los que comían menos veces por día. Los expertos del Temple University de Filadelfia consideran que, si bien se trata de resultados preliminares, pueden servir de guía para los padres quienes pueden incorporar fácilmente estas modificaciones en la vida cotidiana sin demasiado esfuerzo. Se realizó el estudió sobre 42 alumnos de escuelas primarias a quienes se les permitió servirse el almuerzo. Durante cuatro días, usaron platos y bols infantiles; otros cuatro días, usaron platos de tamaño adulto (dos veces más grande que el tamaño infantil). En los platos infantiles, los niños se sirvieron entre 300 y 500 calorías diarias en comidas como pasta o nuggets de pollo, mientras que con los platos de tamaño adulto incorporaron unas 90 calorías más. Y los niños que se sirvieron más comida tendieron a comer más. “Los resultados son muy interesantes y confirman nuestra hipótesis de que el efecto que tiene el tamaño del plato en experimentos de laboratorio con adultos también se aplica a los niños”, dijo el doctor Thomas Robinson, especialista en obesidad infantil de Stanford University, California. “El estudio aporta pruebas preliminares importantes de que el uso de vajilla más pequeña reduciría el consumo calórico en los niños”. Un equipo de la Universidad de Harokopio de Atenas, Grecia, revisó 11 estudios, principalmente realizados en la zona del Mediterráneo, que habían comparado la frecuencia alimentaria y el peso en unos 19.000 niños y adolescentes. El patrón común fue que los que más veces comían durante el día (por lo menos cuatro o cinco veces) eran los menos propensos a tener sobrepeso u obesidad. Pero un análisis más detallado reveló que esa asociación sólo se mantenía en los varones. Robinson, que no participó del estudio, consideró difícil decir qué surgió primero: la frecuencia alimentaria o el sobrepeso. Los resultados “no parecen demasiado convincentes hacia uno u otro lado”, sostuvo. “Además, cuesta hallar un motivo convincente de por qué los varones y las mujeres serían distintos”, agregó. Para los autores, los resultados no prueban que un niño vaya a adelgazar si come con más frecuencia durante el día. Pero las escuelas, por ejemplo, podrían ayudar si proporcionan comidas más pequeñas y frecuentes durante el día. “En lugar de ofrecer tres grandes comidas diarias, sería mejor para los padres que sus hijos coman más porciones pequeñas y más snacks durante el día”, opinó la coautora, Mary Yannakoulia. Pero insistió en la necesidad de que los padres presten atención a la calidad de esos snacks. Según estimaciones, 17% de los niños y los adolescentes de Estados Unidos son obesos, una cantidad que casi se triplicó desde 1980.